Sí amigas, todo en esta vida tiene ventajas y desventajas. No todo va a ser de color de rosa (rose gold, rosa millenial, rosa chicle, el que más rabia os dé, no soy yo quién para decidir que gama de rosa).
Ya no sólo es vivir en un pueblo, no. Es la cuestión de SER de pueblo. Sí, señoras y señores, esto lleva muchas bromas cuando vas a la ciudad.
Empezamos con las ventajas (será mejor):
- Tranquilidad ante todo: porque sí, porque no es lo mismo despertarte con el ruido de los coches y las motos (sobre todo esas que parece que les va a dar un parraque en cero coma del ruido que hacen) que despertarte con el sonido de las campanas de la iglesia (dónde va a parar)
- Acogedor: al ser un pueblo todo está más recogido, es decir, tiene su centro (como toda gran ciudad, porque no vamos a ser menos que nadie) y te conoces cada tienda e, incluso, al vendedor. Todos muy amables y sonrientes (esto creo que lo he exagerado, pero tampoco son unos ogros que en cuanto entras te comen).
- No hace falta coger mucho el coche: esto es un puntazo para la contaminación, somos más sanitos en ese aspecto.
- Garitos/discotecas: no os penséis que os estoy hablando de un mini pueblo de cuatro casas, no, no. Es un señor pueblo con sus discotecas y garitos. Que sí, que a lo mejor hay 3 discotecas contadas y un garito pero oye, menos había en Mordor y seguro que se pegaban alguna fiesta que otra. Y como son poquitas, conoces la música que ponen en cada una y así sabes dónde ir y dónde no. Para que sufrir con música que no te gusta.
Desventajas del poblado:
- Bus urbano: si antes decía que era un punto no coger mucho el coche, ahora me voy a quejar del urbano. ¿Por qué? Porque ni siquiera sé si existe. Parece el autobús de la peli de Harry Potter que no lo ve nadie, pues este igual. Sé que existe, lo he visto dos o tres veces pero el horario ni idea sabes. (Además del olorcillo que hay cuando entras, mejor a pie que morir ahogado).
- Todos os conocéis: Esto no sé si es una ventaja, una desventaja o una maldición del mismísimo diablo. Tú di que haces alguna guarrería por algún rincón (tampoco os pongáis en medio de la calle porque si no, no hace falta que se rumoree porque tú misma lo vas a afirmar) y os ve alguna vecina cotilla (no me meto con las cotillas porque señoras, aquí tenéis a la number one) y, como buena cotilla informa a todo ser hasta que llega a oídos de quien no quieres, pues no, no mola.
- Tiendas de ropa: He aquí LO QUE MENOS ME GUSTA. Las tiendas de ropa del pueblo son lo peor (al menos las del mío). VAMOS A VER BUENA MUJER/BUEN HOMBRE PIDE ROPA QUE PASE DE LA TALLA L SABES, QUE ENCIMA EL TALLAJE ES PARA BARBIES. Conclusión: cuando quiero comprar ropa me tengo que ir a la ciudad más cercana si no quiero llevar ropa que me apriete por todos lados cual morcilla embutida.