Muchas de nosotras descubrimos la masturbación mucho más tarde que los hombres. Sin embargo, siempre llega un momento en el que nos descubrimos. Ya sea gracias al dedo mágico, o al vibrador de coña que te regalan tus amigas porque «hace mucho que estás de sequía». Llega un momento en el que nos damos cuenta de que el sexo también es para una misma, sin necesidad de nada más, sin una razón mayor que el querer darnos una alegría.
Yo lo descubrí hace poco, y VAYA POR DIOS QUÉ DESCUBRIMIENTO. Ni Colón lo petó tanto como yo estos últimos meses. Documentándome, descubriéndome, experimentando…
Por eso, cuando me dijeron en WLS que me iban a ayudar a aumentar mi colección de coleguitas, se me llenaron los ojos de lágrimas de la emosión (porque una, ante todo, es estudiante, y a veces tiene que elegir entre un juguetito nuevo y poder comer).
Y cuando lo vi…OH. Me enamoré. Era un vibrador tan bonito, tan elegante, pero con tanto potencial de hacerme ver las estrellas, que le puse de nombre Drake. Porque será un rapero ñoño, pero ese hombre tiene cara de que te coge, y te destruye el chumino like a beast.
Te voy a reventar a ti, my friend
Lo primero que hay que destacar es que cuesta 15 EUROS. Que como he dicho, es perfecto para probar algo nuevo sin tener que vender tus órganos en el mercado negro. También viene embalado de manera muy discreta. Que a las que vivimos solas, nos la suda un poco, pero si vives con tus padres todavía, pues se agradece.
Al abrirlo, viene súper bien equipado: con su manual de instrucciones, su cargador USB (+100 por no llevar pilas) e incluso una bolsita súper cute para tenerlo guardado donde quieras sin que se te llene de polvo.
El tamaño, para mí por lo menos, es perfecto. Que mucho rollo con las pollas tipo negro del guasap, pero está visto que no hace falta tener el tronco de un árbol para pasar un buen rato. En uno de los extremos tiene un bulto para, tú sae, estimulártelo todo. Tiene ocho tipos de vibraciones diferentes, pa’ según el mood que tengas ese día, y es ultra fácil de limpiar una vez terminas de usarlo.
Otra de las miles de cosas buenas que tiene es que no suena como una motosierra en tu vagina. Que parece una gilipollez, pero yo me he llegado a cortar el rollo a mí misma porque el vibrador que estaba usando sonaba más que el de la matanza de Texas. Y chica, aquí hemos venido a pasarlo bien.
Pero lo más importante es que funciona de puta madre. No es aparatoso (como bien dice su nombre, es una varita mágica), lo puedes usar como te dé la gana y con quien te dé la gana (si no eres una soltera confirmada como aquí tu fiel amiga) y te da unos orgasmos de aquí te espero, Maricarmen. De hecho, la primera vez que lo usé, se me durmieron las piernas y me quedé tan zen como si hubiera llegado al Nirvana (¿ESTRÉS? ¿QUÉ ES ESO?) Y cuando lo junté con el satisfyer ya…EN FIN, OTRA MOVIDA.
