Parece cosa de Perogrullo, pero es que yo trabajo por dinero y nada más. Que sí, que trabajar dignifica y que si te dedicas a lo que te gusta “no trabajarás ni un día de tu vida”. Todo es muy cuqui y muy guay, pero ¿cuándo nos hemos dejado convencer de que se trabaja por algo más que por dinero? Me explico.

Te apuntas a una oferta y cuando te dicen las condiciones, el sueldo no te da apenas para pagar el alquiler, al comentarlo, ¿sabes lo que te dicen? Que se compensa con el buen ambiente de trabajo, que la empresa te deja elegir tu horario o que tienes fruta a tu disposición en la oficina. ¡Oiga, muy bien, pero mi casero no acepta fruta como parte del pago del alquiler! Y, entonces, se enfadan y te tachan de interesada que solo quiere ganar dinero. EHM, HOLA, CLARO QUE SÍ. ¿Es que el empresario que te está contratando está ahí para pasar el rato o lo que quiere es llenarse los bolsillos?

Alucino con que hablar del sueldo sea casi un tema tabú. Que parezca que a muchas nos da miedo preguntarlo en la entrevista cuando es una cosa básica. Obviamente a todas nos gusta trabajar donde hay un buen ambiente y donde podemos disfrutar de otras mejoras, pero jope, que nos están comiendo la cabeza a base de bien con sus historias de buenos trabajadores que piden poco.

¿Os habéis paseado por LinkedIn últimamente? Es que mi timeline está lleno de coaches y gente con otros puestos en inglés que se dedican a explicarnos (a vendernos) lo importante que es cualquier otra cosa que no sea el dinero cuando estamos hablando de las condiciones laborales. Y el mensaje está calando.

“Bueno, me pagan el salario mínimo, pero un día cada 254 y si coincide que hay Luna llena podemos ir en chándal a la oficina.”

“Sí, es verdad que no me pagan las horas extras pero es que en Navidad tenemos una cesta*.” (La cesta son dos (2) turrones de marca blanca)

Las empresas existen para ganar dinero y los trabajadores deberían estar ahí única y exclusivamente por lo mismo. Noto cómo muchísimas vivimos para trabajar en lugar de trabajar para vivir. Y no creo que sea sano. De hecho, creo que en no mucho tiempo vamos a asistir a algún cambio de paradigma. Espero que la gente haga clic y que empiece a priorizarse vivir.

Y ojo, que esto no tiene nada que ver con dar el callo al máximo cuando estás trabajando. Porque trabajar solo por el dinerito, no quita ser una gran profesional. Pero vamos a priorizarnos, por favor os lo pido. Vamos a valorarnos como personas que tienen una vida más allá del trabajo.

La de siempre.