Llega un día que, cansada de chicos fans de las discotecas y la play, te fijas en un madurito, barbudo y centrado para cambiar los findes de borrachera y resaca por cenas con lambrusco y velas (y con suerte sexo si no te duermes viendo la comedia-romántica con Jennifer Aniston de prota). Y llega el día en que las cosas empiezan a volverse serias y en una cena de juernes se lo presentas a tu grupo de amigos, todo genial hasta que te vas y te llenan el grupo de whatsapp de frases tontunas:
1. ¡Pero si podría ser tu padre!
No amiguis, no podría ser mi padre, nos llevamos 10 años no 30 y si vuestros padres están así de buenorros por favor invitadme a una fiesta pijama en casa, que iré sin pijama y a lo mejor pronto me tenéis que llamar mamá.
2. ¿Para cuándo la boda?
Que sea mayor que yo no implica que mañana nos tengamos que casar, todo lleva un curso y a lo mejor ninguno de los dos quiere casarse ni el uno con el otro ni con nadie. No sé, no es necesario, ¿no?
3. En nada embarazados.
Esta es sin duda mi favoritísima. ¿Me ves cara de hijos? Por favor… si se me mueren los cactus… Y viene implícito el típico “él tiene edad de tenerlos”. ¿Hay edad para tener hijos? Y lo más importante, ¿te ha dicho él que quiera? Porque nosotros en estos meses de relación ni hemos hablado, quizás te lo ha dicho a ti entre cerveza y cerveza, no sé.
4. Tus padres, ¿Qué tal se lo han tomado? Se han hecho amigos, ¿no? Al ser quintos.
Dior, dame paciencia… No, no son amigos. Se llevan bien como con cualquier tío que pueda llevar a casa. No se van a dar de comer a las palomas juntos, ni a pasar la mañana viendo obras. Ni mis padres ni mi pareja son abuelos.
En definitiva, siempre se te va a criticar. Si vas con un chico más joven eres una asaltacunas, si es mayor es un viejuno… Hay que vivir y pasarnos estos comentarios por donde nos salga, hay que ser feliz sin hacer daño a nadie. Que la vida son dos días y los kikis post-comediaromántica no le hacen daño a nadie.
Por Meritxell León
