Hace un tiempo pasé una temporada de sequía sexual. Pero no una temporada de ‘Acabo de salir de una relación y necesito un par de meses de abstinencia’, si no más bien del tipo Stella Zinman en ‘Cómo conocí a vuestra madre’, pero sin haber tenido una hija. Lo que empezó como algo voluntario se acabó alargando hasta durar unos años. No voy a entrar en detalle de los motivos que me llevaron a esto pero igual que parece que los hombres ‘huelen’ cuando tienes novio y se te acercan más, también parece que ‘huelen’ cuando llevas tiempo sin follar y no se te acercan ni de coña. Y una empieza ya a ‘sufrir’ un poco…

Así que, en ese periodo de tiempo en el que me tuve que conformar con el onanismo, se me plantearon una serie de preguntas que seguro que a las que habéis pasado la misma situación, también se os han planteado.
¿Se me habrá regenerado el himen?
No querida, no se regenera. Que duela un poco la primera vez que te la vuelven a meter no quiere decir que seas virgen de nuevo, no preocuparse.
¿Se me habrá olvidado cómo hacerlo?
Tampoco. ¿Recordáis cuando en la adolescencia decíamos que lo de besar es como montar en bici, que nunca se olvida?, pues follar es igual, no se te olvida por mucho tiempo que pase, todos sabemos que no tiene mayor misterio.
¿Habrá cambiado la manera de hacerlo?
A ver, aunque hayan pasado años desde la última vez que viste un pene en tres dimensiones, la mecánica del sexo no tiene mayor misterio. Salvo que te encuentres con un fetichista de pies o alguien empeñado en entrar por la puerta de atrás a toda costa, el sexo lleva siendo igual muchos años.
¿Se darán cuenta cuando vuelva a hacerlo?
Salvo que decidas contárselo o que te vuelvas creisi en plan obsesivo para intentar que sea la noche de tu vida, si te dejas llevar, no se darán cuenta de que te han vuelto a revivir el himen…
¿Estaré preparada?
No. A ver, no dramaticemos, no es como volver a perder a perder la virginidad a los 17 años, con sus dudas, su dolor, su ‘¿Estás seguro de que esto es así?’, pero en el momento previo a volver a acostarte con alguien se te pasarán todas estas preguntas (y más) por la cabeza.
¿Lo pasaré mal?
En absoluto querida! Lo vas a disfrutar como si no hubiera un mañana, que después de tanto tiempo teniendo los orgasmos tú solita, compartirlos de nuevo con alguien es cojonudo.
En definitiva, sabes que cuanto más tiempo pases sin volver a tener un pene entre las piernas, más preguntas te rondarán en la cabeza. Pero también te garantizo que, llegado el momento, y cuando la sangre se te baje al coño y deje tu cerebro sin posibilidades de pensar, se te olvidará todo y lo único que harás será disfrutar. Y mucho.

Fdo: Like a Virgin