Todas tenemos nuestras fantasías, a unas nos mola pensar en tangas de croquetas y otras piensan en enrollarse con su jefe, o quizás simplemente ocurre. Bueno, de cualquier manera, me juego un mosto a que es una de las fantasías más recurrentes y por eso me he metido en las historias de tres chicas que se enrollaron con sus respectivos jefes.

¿Qué tendrán las figuras de autoridad verdad? Es algo que me llama mucho la atención. Muchas de mis amigas arman revuelo y empiezan a mojar braguita cuando hablamos de policías o jefes. Es algo que hasta día de hoy no he compartido, pero bueno, si algún día un jefe me provoca más ganas que una buena croqueta de queso Idiazábal, pues ya me callaré la boca.

-Lady E-

Lady E trabajaba como jefa de Comunicación interna en uno de los bancos más grandes del estado. Está casada, tiene dos niños y en términos generales tiene una vida muy cómoda. Su marido trabaja a media jornada como informático y se encarga de los dos niños, de llevarlos al colegio, hacerles la comida, llevarles a extra escolares… ¡Vamos!¡Un chollazo de marido!
El jefe directo de Lady E era el Director de Marketing, al cual ella siempre tenía que reportar. Organizaban torneos de tenis y mil actividades más para los empleados. Y fue precisamente así como surgió la chispa.

No podría decirte cómo surgió, siempre me había parecido atractivo y pasaba mucho tiempo con él pero los dos estamos casados y tenemos familia

Lo que le pasó a Lady E es más común de lo que pensamos. Nos atrae una persona pero nunca lo hubiéramos materializado hasta que un día, en un bar tomando unas copas, él la aborda en el baño y le deshace las bragas a empujones contra el espejo.
Fue algo puntual, no volvió a pasar. Él me volvió a buscar en otro evento pero no…Los dos hicieron como que nada había pasado y aparentemente todo era normal hasta que un mes más tarde a Lady E le despidieron y pusieron en su lugar a una mujer igual de rubia e igual de alta pero 10 años más joven.

-Lady R-

Lady R trabaja como diseñadora en una empresa y reporta directamente a su jefe, uno de los responsables de la empresa. Ella lleva más de 10 años con su pareja y aunque estaban pasando por un bache, nunca se hubiera planteado ser infiel y menos con alguien de su empresa.
Desde el momento en el que empezó a trabajar para su jefe, los dos sintieron una conexión. Él lleva más de 20 años casado, tiene una hija adolescente y según él, un matrimonio roto desde hace muchos años.

Lady R le sirvió de apoyo para contarle sus dramas matrimoniales y la disfuncionalidad de su unidad familiar. Ella siempre le ofreció apoyo y comprensión hasta que un día se dio cuenta de que su jefe se había convertido en un colega y que ese colega, le estaba conquistando el corazón.
Llevaban más de un año hablando de sus vidas personales cuando a los dos les enviaron a una feria del sector. Él se pasó toda la feria buscándola y ella incluso pasaba largos minutos en el baño esquivando una situación que en realidad estaba deseando que se diera.

Acabamos en la misma habitación de hotel aquella noche” Me confiesa Lady R. Ella admite que pensó en poner distancia para que la situación se enfriara, pero él no dejaba de buscarla, llamarla e intentar pasar tiempo con ella. Conclusión: Estuvieron acostándose durante más de 4 meses.

Un día, Lady R se despertó y su jefe no le había dado los buenos días, pasó el resto del día pendiente el móvil esperando noticias suyas y así pasó toda la semana. Esa semana de cero contacto personal se alargó a un mes y ese mes se alargó hasta el día de hoy.

Le veía en la oficina y claro que hablábamos, pero siempre del trabajo. Fue como si todo hubiera sido un sueño, de un día para otro dejó de escribirme y de buscarme

-Lady M-

Tanto Lady M como su jefe tenían puestos de responsabilidad dentro de la empresa. Los dos eran jóvenes y los dos estaban solteros. Él era el hijo del presidente de la compañía y aunque ella también también tenía responsabilidad, su jefe era muy autoritario y le gustaba hacerse notar.

No hablábamos más que de trabajo, nunca hubo una conversación más allá. Creo que ninguno de los dos había mostrado interés en el otro, pero a mí me excitaba mucho pensar en acostarme con él, creo que teníamos mucha tensión sexual” Confiesa Lady M.

Los dos tuvieron que viajar por trabajo y entonces se encendió la chispa. Él se abrió a Lady M contándole su pasado, sus ilusiones y sueños. Claro, Lady M también estableció ese vínculo de confianza con él.

El último día antes de volver, los dos fueron a un bar a tomar una cerveza y “Me plantó un beso como una catedral, agarrándome del cuello y con ganas. Yo le seguí, claro que síAquella noche la pasaron juntos.

Cuando volvieron a la normalidad Lady M quiso hacer como si nada hubiera pasado, pero su jefe insistía en verla. Al final, después de que su jefe estuviera insistiendo durante semanas, empezaron a verse. Quedaban para cenar, después empezaron para ir a esquiar y finalmente acabaron mudándose juntos. Siguen juntos a día de hoy, eso sí, ella se cambió de trabajo para evitar salseo.

 

M.Arbinaga