Cuando eres pequeña ni te lo planteas, llegar al medio camino entre los 30 y los 40 estaba ahí pero como algo inalcanzable. ¿Yo una señora de 35 añazos? ¿Estamos locos? Pero la vida pasa, los meses corren más que Espiri Gonzales y para cuando te quieres dar cuenta los ‘casi 40’ se te han echado encima.

Al menos lo mejor de todo esto es que como seres sociales, siempre tendemos a sacar algo en claro de todo lo vivido. Ya sea positivo o negativo, nuestro día a día es como un gran libro que nosotros mismos escribimos y que a veces conviene releer. ¿Y qué podemos aprender en estos 35 años? Digamos que, al menos, estos 35 pequeños detalles…

Tener secretos no es ningún crimen, ¿a qué esa necesidad de abrirnos a alguien al 100%?

Los 35 son los nuevos 25, realidad inamovible.

No planear, solo vivir.

Las oportunidades no caen del cielo. Si queremos avanzar, tenemos que currárnoslo a saco.

Amor y sexo no tienen por que estar relacionados.

Los amigos de verdad los podemos contar con los dedos de una mano.

amigos a los 35

Vale mucho más un minuto intenso que un largo día sin nada por hacer.

Las resacas se complican de manera exponencial a la edad, es matemática pura.

Los abuelos son un tesoro que merece la pena admirar cada día.

Por mucho que la sociedad nos presione, nuestros momentos vitales los decidimos nosotros y nadie más.

Trabajar para vivir, no vivir para trabajar.

Complicarse la existencia no merece la pena, al final la responsabilidad es solo nuestra y nos comemos unos marrones que no merecemos.

Dormir más de 5 horas del tirón y sin preocupaciones, ¿dónde hay que firmar?

Hipotecas, vencimientos, gastos notariales, IBI, IVA y su puta madre. Conceptos básicos con los que lidiar cada día.

Las segundas oportunidades no siempre llegan, casi mejor aprovechar las primeras.

Alcohol solo del bueno, todo lo demás, cicuta.

Casarse está sobrevalorado. Aunque suene a cliché, es una verdad como un templo.

Todos cagamos, hasta el crush más hot del planeta tierra se ha aferrado a la taza de su wc porque se lo llevaban los retortijones. Así que mejor dejar de idealizar a la gente.

La independencia es la meta.

No te preocupes, lo tengo todo controlado‘, da igual el contexto, no, no está controlado.

Dinero y familia, combinación nefasta.

¿No nos hace feliz? ¡Next!

felicidad a los 35

La edad es solo un número, la juventud y la madurez van por dentro.

Al principio las bodas lo molan todo, pasados los años dan una pereza horrible.

Tengo hijos, yo los parí y yo los educo. Si no pido consejo, ahórratelo.

Huir a una isla desierta en medio del Índico para vivir en una cabaña y caminar descalza 24/7 es una opción a valorar.

Saber decir adiós es un arte que pocos logran alcanzar.

Los jefes son personas, sin más. Al final por mucho que nos frustre su presencia, ellos también tienen sus inseguridades.

Sentirnos realizados solo depende de nosotros mismos, no de lo que opinen los demás.

La familia debe ser lo primero.

¿5 años de diferencia? ¡Pero si eso no es nahhhh…!

Simplificar el día a día y la vida en general, consejo vital para salir adelante.

El trabajo perfecto no existe, como tampoco existe el momento ideal. Siempre aspiraremos a exigirnos más y más y más.

Concedernos días de bajón es imprescindible. Estar constantemente arriba es solo una ilusión que agota hasta a los más fuertes.

El sexo esporádico no nos convierte en nada más que en mujeres libres que hacen lo que les apetece con su cuerpo.

Mi Instagram: @albadelimon

Fotografía de portada