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El problema siempre es de los demás:
Si esa persona se las ingenia para estar rodeada de problemas y sorprendentemente siempre acaba echando balones fuera porque todos están contra él…. huele a gato encerrado y no va a acabar precisamente bien. Date cuenta, amiga. Esa persona está asumiendo el rol de víctima para buscar ser el centro de atención.
Claro, resulta que eres un imán de psicópatas y por eso todas tus relaciones pasadas han salido mal. Pero dejando claro que la culpa es de ellas y no tuya, por supuesto. Tú eres un angelito recién caído del cielo al que han tratado muy mal en la vida. Cuéntame más.
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Controla todos tus movimientos:
Este tipo de personas tienen complejo de asesor fiscal. Controlan tus entradas, tus salidas y te piden explicaciones de cualquier plan que hagas, estén o no invitados. Cualquier día te piden la declaración de la renta. Corre y no mires atrás.
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Personas yo-yo:
Una persona «Yo-yo» es una de esas personas para las que primero están ellas, luego ellas y después ellas también. Tienen el EGO tan alto como la Giralda y es imposible que dejen de hablar para que puedas tomar parte de la conversación PORQUE TODO tiene que ver con ellos. Al final te entran ganas de ahogarlos con una almohada.
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Discurso pesimista para chuparte la energía:
Siempre hablan y viven todas las situación a través del discurso pesimista. Da igual cuánto intentes mejorar o ayudar en una situación, para ellos todo son quejas, críticas y situaciones de mierda. Son especialistas en buscar el lado oscuro a todo y al final cualquier cosa que intentes hacer con ellos te va a costar el triple que si lo hicieras sola. Se avecina el drama si sigues manteniendo ese tipo de amistades y lo único que van a conseguir es chupar hasta el último gramo de buena energía y motivación.