Cuando corté con mi primer novio estuve 5 meses con riguroso celibato. Después volví al terreno amoroso y fracasé. Cortamos y me pasé 1 año sin estar con nadie. Era más madura y me apetecía disfrutar de la soledad y conocerme mejor. Tras ese periodo de reflexión (que recomiendo a TODO el mundo), salí con unos cuantos chicos. Sobre todo fueron ligues de una noche con alguna excepción, pero era lo que me apetecía. Senté la cabeza y por la distancia acabamos rompiendo (sí, lo sé, parece que tengo una maldición). Lejos de quedarme en casa rebozándome en la mierda, me apetece salir y conocer gente. Apenas han pasado 2 semanas y no me siento culpable por querer echar un polvo.

Amiguis, no soy experta en nada, pero si de algo sé es de rupturas (por desgracia), así que os voy a contar mis trucos para saber que estáis listas para volver a echar un kiki tras un desengaño amoroso.

  1. Fíate de tu instinto

Yo me voy a venir arriba contándote mi vida en verso y los mejores consejos que he podido recopilar, pero al final la única que sabe lo que quiere eres tú. Si no estás segura, no te metas prisa. Las cosas llegarán cuando tengan que llegar, pasen 3 meses o 3 años.

  1. Si follas que sea porque tienes ganas, no para llenar un vacío ni subir tu autoestima

En mis primeras rupturas me vi acostándome con tíos que ni siquiera me atraían del todo sólo para sentirme deseable. Al final acababa peor. Por favor, no lo hagáis.

Si os enrolláis con alguien o ligáis con un tío (o tía), que sea porque de verdad os apetece. Los vacíos se llenan con trabajo psicológico, automimos y esfuerzo, no con polvos.

  1. Cuando piensas en salir y conocer a alguien te sale una sonrisilla tonta

Me pasa una cosa y es que cuando me apetece hacer algo pero me da miedo cagarla, me entran cosquillas en el estómago. Me pasó antes de dejar mi horrible trabajo, me pasó antes de empezar a estudiar un máster, me pasó antes de montar mi propia empresa… Y al final fui feliz.

Por eso os digo que si sentís mariposas en el estómago y una sonrisa tonta cuando pensáis en algo, lo hagáis.

  1. Estás más excitable

Blanco y en botella: si vas en el metro y te pone cachondísima un tío, igual estás ready para follar. Las fantasías son sanas, así que da rienda suelta a tus necesidades coñiles y disfruta. ¡La vida son dos días!

  1. La soledad ya no te acojona

Y el truco definitivo es darte cuenta de que estar con una persona es una elección y no una necesidad. Poder disfrutar de tu vida en soledad pero pensar “jo, estaría guay compartir esto con alguien” es la clave.

Consejo extra: la gente va a opinar, pero tú pásatelo por el forro de las bragas. Si tardas mucho te dirán que a qué estás esperando. Si tardas poco te dirán que eres insensible. Yo digo “que les den”.