Siempre leemos en todas partes lo importante que es tener una relación de pareja estable, tenemos siempre en la boca la palabra ‘tóxico’ en cuanto a novio se refiere, nos pasamos la vida cuidando a nuestros novios, pero ¿y la amistad? No sé vosotras, pero a lo largo de mi vida me he encontrado TANTAS veces a mí misma en relaciones de amistad a las que les doy más explicaciones que a mis parejas, a las que les dedico más tiempo que a mis parejas y las que me ayudado infinitamente más que mis parejas.

Y es que las amistades hay que elegirlas, hay que cuidarlas y hay que saber tenerlas. No es tan fácil como pensamos o como nos han hecho creer, sí ‘un amigo vale un tesoro’, pero los tesoros o los ahorras o te los gastas en chorradas materiales que nada aportan a tu vida.

Leyendo por la internet he estado buscando tips o consejos para cuidar una amistad como es debido, los he resumido en 8 puntos y estas son las conclusiones a las que he llegado para que intentemos tener relaciones de amistad lo más sanas posibles:

1. Sé sincera con tus sentimientos, con tus emociones 

Con los amigos también tenemos que ser sinceras, si hay algo que no te gusta: dilo. Si hay algo que te encanta: dilo. Si hay algo que te incomoda: dilo. Si hay algo que estás deseando hacer: dilo. Si hay algo que sientes: dilo. Hablad, comunicación, compartir ideas, emociones y sentimientos es lo más bonito que hay, es la mejor forma de no imaginar en tu cabeza lo que te da la gana, es la forma de saber realmente qué es lo que siente, qué es lo que sientes tú y entonces juntos llegar a punto común. Con las amistades hay que ser sincera, transparente, clara. Así será como todo irá mucho mejor, no te guardes cosas para no herir, sácalas fuera con empatía, cariño y mucho amor.

2. No te crees expectativas basadas en ti 

Tu amistad no eres tú, esa persona es única, tiene su cuerpo, su mente y su alma, no eres tú. No esperes de tus amistades lo que tú darías, espera lo que ellos son. Tendemos a idealizar sobre manera a las personas, a esperar de ellas cosas que nosotros haríamos, a que ellos hagan para entonces hacer nosotras y no, esto no funciona así.

Conoce a tus amistades, sus entresijos, su manera de ser, su manera de vivir y ama a esa persona tal como es. No esperes detalles de una persona que no es detallista, no esperes que no se preocupe por ti una persona muy empática, no esperes que te conteste a WhatsApp a los 2 segundos una persona que pasa de su móvil.

3. No mientas 

No sirve de nada, solamente vas a empeorar las cosas y seguramente te pillen y restaurar la confianza es una tarea MUY difícil. Si no te apetece salir de fiesta porque quieres tirarte en el sofá a ver Netflix, sé sincera. Si te está pareciendo fatal que llevéis un mes sin veros porque os estáis llenando de excusas baratas, sé sincera. Si la has traicionado de alguna u otra manera, sé sincera. Mentir no sirve de nada, solamente para alejar personas y romper cimientos.

4. Pasa tiempo de calidad con tus amistades 

Esto no va solamente de salir de fiesta, tomar un café rápido o acompañarla a ir al Primark porque se tiene que coger una funda para el nórdico nueva. A las amistades hay que dedicarles tiempo, de verdad. Hacer planes que os molen, ir al cine, a cenar o al parque de atracciones, lo que sea, pero que no todo se reduzca a cafés de menos de una hora una vez a la semana. Que son socorridos y te hacen no perder el contacto, pero una amistad no se puede basar solamente en eso.

5. Perdona 

El rencor es igual que las mentiras: no sirve nada. Perdona la impuntualidad, cede cuando a tu amiga no le apetezca salir, ve a un concierto de un grupo que no te gusta absolutamente nada porque a ella le apetece mucho. Perdona, entiende, empatiza. No todos somos iguales, no todos disponemos del mismo tiempo y no todos tenemos la misma predisposición ante la vida.

Obviamente estoy hablando de movidas rutinarias, aquí no te estoy hablando de que te estén jodiendo constantemente y que tú perdones todo porque sí (just in case).

6. No absorbas su existencia 

El tema de las personas acaparadoras por naturaleza asumo que es algo que todos hemos visto, en primera persona o en segunda, pero todos nos hemos sentido absorbidos por una amistad o hemos visto cómo absorben a alguien sin que se dé cuenta. Hay que entender que esa persona tendrá más amigos, más familia, más compañeros de trabajo, más vida. Esa persona no nos pertenece, no es nuestra y viciversa; nosotros no le pertenecemos a nadie, no somos de nadie.

STOP exigir exclusividad en este terreno, por favor, no le hace bien a nadie.

7. Las discusiones no son malas 

Puedes pelearte con tu amiga, por supuestísimo que sí. Podéis discutir, deciros las cosas a la cara, poner las cartas sobre la mesa y luego seguir siendo tan bonitas juntas como siempre. De hecho es lo que hay que hacer, las argumentaciones fortalecen las relaciones, no las debilitan. Evitarlas no sirve para nada, hay que saber siempre cómo y cuándo decir las cosas, no hay que callar, hay que poner las cosas en común y si se nos va la pinza y no nos hablamos tan bien como deberíamos, tenemos confianza y conocemos al otro, sabemos perfectamente con quién y de qué estamos hablando.

8. Tened vuestro propio espacio 

Tú tienes tu trabajo, tu universidad, tus amigos, tus hobbies, tu pareja… Lo que quieras. Luego con tus amistades compartes cosas, pero no lo compartes todo. Tienes que tener tu vida y luego compartirla con el otro, pero nunca os convirtáis en la sombra de alguien. Cuando de repente conoces a una amistad que te llena, que te completa, con la que te lo pasas genial, tendemos a querer llevárnosla a todas partes. A las cerves con los del curro, al café con la que te fuiste de erasmus y casi que a tus comidas familiares. Controla, mide y separa. Eso siempre ayuda.