TE CONTAMOS TODO SOBRE BLW

Baby led weaning o lo que en español se traduce como la alimentación dirigida y regulada por el propio bebé. De tal forma que, es él o ella quien decidirá qué come y en qué cantidad. Por lo que, la labor del adulto sería la de supervisar y decidir qué alimentos va a poner al alcance del bebé.

Es una forma de llevar a cabo la alimentación complementaria, que se inicia a partir de los 6 meses y que, como su propio nombre indica, es complemento de la leche materna o de fórmula, pero en ningún caso la sustituye. De esta forma, se va preparando al bebé para el momento en el que los alimentos se convertirán en el sustento principal de su alimentación y la leche pasará a ser complementaria. Este hecho tiene lugar, alrededor de los 12 meses.

Por lo tanto, es muy importante tener en cuenta, que, desde el nacimiento, hasta los 12 meses de edad, la ingesta de leche será a demanda. Sin importar que esta sea de fórmula o materna.

Antes de comenzar con la alimentación complementaria, tenemos que observar que se cumplen una serie de pautas en nuestros bebes:

    • La principal es que debe tener alrededor de 6 meses de edad, no importa si se empieza una o dos semanas antes o después de esa edad. Pero esa es la edad en la que nuestro bebé tiene preparado su sistema digestivo para ser capaz de digerir alimentos distintos a la leche.
    • El bebé se tiene que mantener sentado con apoyo: tiene que ser capaz de estar sentado en su trona sin que se le balancee la cabeza o notemos que no mantiene la postura. Esto es esencial para prevenir atragantamientos.
    • Coordina mano, ojo y boca: de tal forma que es capaz de ver un objeto que esté a su alcance, cogerlo y llevárselo a la boca. Que será lo que hará con los alimentos que le presentemos de forma adecuada.
  • Ha perdido el reflejo de extrusión: este reflejo provoca que el bebé haga movimientos con la lengua para expulsar de su boca algo que le hemos introducido. Por tanto, es esencial que lo haya perdido para que se lleve a cabo la alimentación. Se suele perder a los 6 meses de edad.

Cuando el bebé ya está listo para empezar, podemos elegir el método BLW para realizar la alimentación complementaria, lo que conlleva una serie de ventajas como: ofrece retos y estímulos al pequeño, adquiere nuevas habilidades y estimula sus sentidos, favorece la autonomía del bebé, pierden el miedo a probar cosas nuevas en lo que a alimentación se refiere, previene la obesidad infantil, ya que es capaz de controlar su apetito y de tener una relación más saludable con la comida.

Si estás decidida a probar este método con tu bebé, a continuación, te voy a dejar una serie de trucos que te serán de gran ayuda:

  • Que la textura de los alimentos sea segura: esto se comprueba chafando el alimento con los dedos incide y pulgar. Si el alimento se deshace fácilmente entre nuestros dedos, su textura es la adecuada para ofrecer al bebé. Esto se debe comprobar cada vez que se vaya a servir un alimento.
  • No poner el arnés de seguridad de la trona: esto facilitará el poder actuar más rápidamente en el caso de un atragantamiento. Aunque es muy importante destacar, que no hay diferencia en número de atragantamientos entre los niños que toman papilla y los que toman sólidos.
  • No perder nunca de vista al bebé: aunque ya tenga experiencia en la alimentación y se maneje con soltura, jamás debemos perder la vista del bebé durante el proceso de alimentación.
  • No introducir alimentos en su boca: dejar que sea él mismo el que acerque el alimento a su boca y lo gestione. 
  • Espalda recta: los alimentos se darán en la trona, donde puede tener la espalda recta y apoyada. Nunca se darán alimentos en el coche o en la típica hamaca.
  • Comer lo mismo que el bebé: nos sirve, primero para ser ejemplo para nuestros hijos e hijas y, segundo, para no tirarnos la vida entera en la cocina.
  • Ofrecer los sólidos siempre que el bebé no tenga sueño ni hambre: que no veamos que está cansado y después de las tomas de leche.
  • Buscar un ambiente tranquilo en el que no haya distracciones.
  • No forzar ni presionar al bebé para que coma más, ya que esto solo produce rechazo. Que dejen de ver la alimentación como un juego y que se convierta en un suplicio.
  • Ofrecer los alimentos a temperatura ambiente.
  • Diferenciar entre atragantamiento y arcada: la arcada es un reflejo natural que hace el bebé ante la presencia de un alimento en su boca, cuando, en un primer momento, no es capaz de gestionarlo. Hacer una arcada, le ayuda para que el alimento vuelva a la zona de masticación, donde gestionarlo mejor para tragarlo. 

Si aún te quedan dudas sobre cómo presentar los alimentos a tu bebé o tienes algo de miedo, en internet hay miles de cursos que te servirán de gran ayuda. En este caso, te voy a recomendar el que yo hice que, por cierto, me encantó y es de lo mejor que he visto en relación de calidad-precio. Además, la chica que lo imparte es un encanto de persona. Puedes acceder a toda la información del curso pinchado aquí.

 

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