Siempre empieza (y acaba) igual

Estaba yo concentrada en mi nueva lectura cuando el zumbido de mi móvil me distrajo, pegué un brinco al ver  tu nombre en la pantalla con un:

 

¡Hola! Cuánto tiempo, ¿qué tal? √√

 

Y claro que cuánto tiempo, llevaba semanas sin saber de ti. Sin contestar a mis mensajes y sin recibir una llamada. Eso sí, no te faltaba darle al corazoncito en mi foto en la playa, o en ese selfie un sábado de fiesta. Por no hablar que te tragas todas mis stories, pero todas.

Y sabes, al principio me volvías loca. No entendía nada. Ahora sí, ahora tardo unos días en contestarte… ahora un “estoy debajo de tu casa”… y al día siguiente, y al otro y al otro sin saber de ti… luego un “me encantas” porque sí… hasta que te calé. Eres de esos tipos que quieren asegurarse el polvo, que les gusta tener su comodín de la mamada, que les encanta saber que hay alguien esperando su respuesta.

 

Y tú, que me estás leyendo, sabes de lo que te hablo. Seguramente te ha pasado, y si no entiendes nada, pues ya te lo explico yo. Si ese chico con el que crees tener tanto feeling, desaparece y aparece cada cierto tiempo, es que no le gustas. A ver, no les disgustas demasiado pero ni de lejos le encantas, estás ahí en el fondo del armario como las galletas María, por si se le acaban las Oreos, las Príncipe y hasta las Digestive. Que le da hasta pereza abrir el paquete pero, qué remedio, si le pica el gusanillo.

monstruo de las galletas

Te están haciendo un breadcrumbing

Es… como el perro del hortelano, ni te come, ni te deja comer. Desde hace un tiempo lo llaman ‘breadcrumbing’, hay quienes lo llaman de un modo más literario como Hansel & Gretting, que, básicamente, consiste en no desaparecer del todo (para eso tenemos a nuestros queridos ghosting ), en seguir manteniendo un ligero contacto para que te creas que no se van, que les gustas, que siguen interesados en ti, pero que nunca, nunca vuelves a quedar o a retomar la relación.

Eso sí, te vas encontrando miguicas de pan a modo de conversaciones superficiales en whatsapp, me gustas en publicaciones y alguna que otra llamada espontánea. Y tú, tonta, más que tonta, vas recogiéndolas una a una y guardándolas en tu cestita de mimbre, llenándola hasta arriba que bien podrías llamar a tu abuela y que te preparara unas migas con chorizo. Hasta que un buen día, te fijas y la miga está dura, mohosa, podrida. Y te das cuenta de que te ha estado tomando el pelo. A veces es tu ex que no quiere dejarte ir aún por si acaso; es el rollete con el que nunca acaba de cuajar la cosa; el chico perfecto de Tinder que después de horas y horas quemando el chat nunca puede quedar…  te está viniendo la imagen de algún listillo, ¿verdad? No pierdas el tiempo, ¡huye!

Forrest Gumb corriendo

 

En fin,  vi su mensaje, y como si de Casper se tratara, le hice un ghosting en toda regla: Insta blocked, facebook blocked, myheartblocked, baby.

Casper

Hansel 0- 1 Violeberry

 

 

 

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