Todas sabemos lo mal que nos hace sentir el compararnos pero nos es inevitable hacerlo. Comparamos nuestra vida, nuestro cuerpo, nuestras relaciones y nuestra personalidad con la de otras, especialmente en las redes sociales en la que tenemos fácil acceso a tantísima variedad de personas.

En redes sociales nos pasamos el día viendo la mejor cara de las personas: sus viajes, su felicidad, sus vidas prácticamente idílicas…Todo eso nos lleva a tener una comparación poco saludable con ellas e incluso a tener un diálogo interno negativo. Hay estudios que demuestran que con tan solo 5 minutos en redes sociales una persona puede desencadenar preocupaciones negativas sobre su imagen corporal. Creo que es para considerarlo…

Cuando has estado en ese punto de comparación constante, es duro ver a tu gente ahí. Durante muchos años me sentía mal conmigo misma y compararme con las demás personas todavía acentuaba más ese malestar. He trabajado y trabajo muy duro para gestionar esos pensamientos pero ahora me duele el doble verlo en mis amigas. Supongo que el poder verlo desde fuera hace que lo sienta mucho más intenso. Cada vez que las oigo decir “ojalá tener su vida”, “me encantaría tener su cuerpo”, “nadie es más feliz que esta persona”…Me entristece por saber que todo eso viene de no saber reconocer su propia valía. 

En realidad, ¿cómo no íbamos a caer en las comparaciones? Crecemos con ideales de belleza absolutamente inalcanzables e sostenibles para la mayoría de personas. Creemos que la única opción es tener ese cuerpo, esa vida, ese trabajo…Porque constantemente se nos bombardea con ello. Encima cuando llegamos a las redes sociales pocas veces vemos fotos sin filtros, lo cual también distorsiona no solo la realidad sino también nuestra autoestima.

No siempre tenemos las herramientas para remar contra corriente cuando todo nuestro entorno nos marca el camino tan claro. Es por eso que quiero compartiros 4 posibilidades para ayudar a nuestras personas cercanas a salir del ciclo dañino de la comparación, contrastados con lo que muchos expertos en Salud Mental recomiendan.

  1. No niegues sus pensamientos.

Cuando oímos a nuestras amigas decir cosas como “no es justo, mira qué guapa…”, “ojalá tuviera un novio como el que tiene ella…”, “quisiera tener su vida…” la reacción natural es intentar sacar a esa persona de esos pensamientos. Lo único que conseguimos con esto es invalidar lo que está sintiendo, que nos parezca más lógico o no, tiene un origen y un sentido para esa persona. 

Puede ser mucho más constructivo hacerle preguntas tipo: ¿Qué ves en ella que te hace sentir que tú no eres tan buena? Darle espacio al otro para que se explique en vez de negarle, ayuda a enfrentar la realidad. Estamos muy acostumbradas a negar lo que sentimos y querer transitarlo cuanto antes pero eso no siempre es una solución.

  1. Señala por qué es tóxica esa situación.

A veces, cuando entramos en esa espiral de comparación y disconformidad con nosotras mismas, no somos conscientes de ello hasta que alguien nos hace ponerle atención. Por eso, si las preguntas anteriores no parecen funcionar, siempre puedes utilizar frases que hagan conectar con esa voz interior. Frases tipo “creo que no te estás permitiendo ser objetiva contigo misma” o incluso plantearle “intenta tratarte con el cariño que me tratarías a mí”, para ganar esa objetividad que a veces perdemos. 

  1. Recordarle su valía

Evidentemente nadie puede trabajar tu autoestima por ti. No podemos amarnos en el lugar de nuestras amigas, pero a nadie le viene mal un buen cumplido en esos momentos en que la mente está en bucle. Eso sí, es hora de empezar a evitar los cumplidos que, demostrado por la Universidad de TeLoPidoPorFavor, no han ayudado jamás a nadie. No se vale decir “tú vales más”, “no te ralles”, “eres igual de  guapa”, “seguro que las cosas buenas te llegan pronto”. Será mucho mejor que en ese momento, que para la otra persona es de verdadera confusión, trates de traerla al momento presente diciéndole cosas que le recuerden su valor único, cosas que aprecias de ella sin relacionarlo ni compararlo con nadie más.

De esa forma no estarás negando su percepción y a cambio le estarás recordando aquello positivo que piensas sobre ellos, permitiéndole una forma de validarse mucho más poderosa que el compararse con otro. 

  1. Sugiere Detox de Redes Sociales

Muchas veces seguimos cuentas en redes sociales que nos invitan en gran parte a esa comparación tan tóxica. Vidas perfectas, cuerpos perfectos, parejas perfectas… ¿Dónde está la realidad? La realidad de los días en pijama, de la tristeza, de la rabia…Por eso, un buen consejo que te doy para esos momentos es recomendarle a tus amigas cuentas que sean distintas. Cuentas en las que se hable de diversidad corporal, de gestión emocional, de recetas, de humor…Lo que sea pero que sea totalmente distinto a esos perfiles con los que se genera comparación. Es un buen tip que todo el mundo debería seguir. 

Espero de corazón que os sirva y que entre todas consigamos salir de esa espiral que nos aleja de lo jodidamente BUENAS que somos.