Cómo cumplí una fantasía sexual gracias al arnés vibrador sin correas
He de reconocer que mis fantasías sexuales suelen salirse de lo que la mayoría de gente considera lo «normal», así que cuando Weloversize me ofreció la oportunidad de elegir entre una serie de juguetes por probar, les propuse matar dos pájaros de un tiro y, al mismo tiempo que gozaba de poder hacer realidad una de ellas, romper con los tabúes de lo que debe o no debe hacerse en la cama.
Dentro del mundo BDSM, en especial en las relaciones entre Ama y sumiso, no es muy raro que una mujer se inserte un dildo (o se lo coloque mediante correas) y le de placer a su hombre. Pero, si nos salimos de esa clase de círculos, no es muy común que una chica fantasee con poner mirando para cuenca a su novio. Pues bien, yo soy la excepción que confirma la regla (aunque me niego a creer que soy única en mi especie).
Tras muchos años de relación, mi pareja y yo hemos ido deconstruyéndonos, ampliando horizontes y ensanchando miras, y cada vez nos hemos atrevido a liberarnos más y a disfrutar de nuestra sexualidad siempre desde un consenso. Así que él hace tiempo que sabe que me excito viendo a mujeres penetrando a hombres (o a otras mujeres), y conocía mis deseos de ponerlo en práctica con él. Yo, como él siempre se mostraba reticente, no le he dado mucho la brasa; pero, cada vez que tenía la oportunidad, soltaba alguna bromita que conectaba su culo con mi entrepierna.
Con mi anterior colaboración, a pesar de tratarse de un juguete para parejas no pensado para la estimulación anal masculina, conseguí que se abriera para mí y me propusiera jugar con su trasero. Parece ser que quedó tan encantado con nuestro nuevo amiguito (el vibrador para parejas Teazers) que se quedó con ganas de más, así que cuando estábamos bicheando por la web me dijo que le gustaría que probáramos este Strapless Strap-on. Ojiplática, le pregunté por su cambio de opinión, y me confesó que no se había animado antes a concederme el uso de un Strapon porque la mayoría van atados con cuerdas y no insertados en la vagina. Él, siempre pensando en mí y en mis necesidades, no estaba dispuesto a que el único placer que yo recibiera fuera el del morbo de «someterlo».
No os voy a mentir, si además del placer morboso visual puedo obtener un placer físico al penetrarle… ¡Mejor que mejor!
Ahora viene cuando os comento lo maravillosa que ha sido la experiencia.
Una, cuando lleva mucho tiempo con las ganas de hacer algo, teme que, al ponerlo en práctica, no cumpla con sus expectativas; así que iba algo temerosa a este encuentro sexual.
No os mentiré diciendo que todo fue como la seda, porque cuando hay una diferencia de casi treinta centímetros de estatura es algo difícil encontrar la postura idónea para penetrar. Pero, como yo había visto multitud de videos ilustrativos, no paré de probar una tras otra hasta dar con la indicada. Después de esa incomodidad inicial y, cuando ambos nos habíamos acostumbrado y estábamos cómodos con la «inversión de roles» todo fue genial.
A mí me ha gustado hacerlo con él debajo (con la ayuda de una almohada en su espalda para levantar su cadera), para así poder masturbarle al mismo tiempo que lo penetro y poder ver su cara de puro placer mientras se corre.
La verdad es que no sé cuál de los dos ha gozado más con la experiencia y, para ser nuestra primera vez con un strapon, el Strapless Strap-on, no se nos ha dado nada mal. Eso sí, nos conformamos con el modo amateur y, tras intentar activar alguno de los modos de vibración, nos quedamos con el modo básico sin demasiada estimulación adicional.
Como no será la última vez que lo usemos, en futuras ocasiones iremos descubriendo cuál de sus diez patrones de vibración es nuestro preferido.
Otra de las cuestiones que me preocupaba era si tendría la musculatura vaginal en suficiente buena forma para sujetar el juguete. He de decir que, además de tener una estupenda forma que favorece el agarre, es mucho más sencillo de poner y mantener sujeto de lo que me imaginaba.
Qué decir tiene que otra de las ventajas de su uso es que, al mantener contraídas las paredes vaginales para poder sujetarlo, estamos haciendo ejercicios de fortalecimiento de suelo pélvico que nos ayudarán a tener mejores orgasmos (entre otras cosas). ¡Nena, todo son ventajas!
Así que, si te llama la atención (os llama la atención) mínimamente, os animo a que os dejéis de remilgos y tabúes y os aventuréis a descubrir una nueva forma de disfrutar de vuestras relaciones en pareja.
¡Ah, y se me olvidaba! Yo he dado mi punto de vista como mujer heterosexual que se moría de ganas de «empalar» a su novio, pero me parece un juguete estupendo para usar también entre dos chicas. Así que podemos decir que, simplemente, Strapless Strap-on, es ideal si tienes vagina y quieres saber lo que se siente al penetrar a tu pareja (sea del sexo que sea).
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Anónimo
