5 amigas nos cuentan cómo intuyeron que podrían estar embarazadas
La sabiduría de la naturaleza y la perfección absoluta del cuerpo humano pueden resultar abrumadoras. Tanto que parece que es más sencillo ignorarlas.
Quizá por eso hemos perdido en gran parte la capacidad de escucharlo, de interpretar las señales que nos da.
Aunque no siempre es así, no siempre nos limitamos a los signos más básicos y evidentes.
En ocasiones nuestra naturaleza animal se impone y sentimos que algo no va bien.
O que algo está sucediendo.
O que, por ejemplo, una nueva vida está creciendo en nuestro interior.
Y como las señales pueden ser muchas y muy diversas estas 5 amigas nos cuentan cómo intuyeron que podrían estar embarazadas:
- Tatiana: ‘Yo noté que, de un día para otro, solo me apetecía comer carne. Lo cual era muy llamativo porque, aunque no soy vegetariana ni nada, no como carne porque no me gusta especialmente. Como pollo, mucho pescado, apenas nada de cerdo y jamás ternera. Sin embargo, como decía, de repente tenía ganas de filete, de un buen chuletón, de un costillar a tope de salsa barbacoa. Una cosa muy rara y unos antojos que no llegué a satisfacer, pese a que se me hacía la boca agua solo de imaginar esos platos. No sabía si había alguna conexión o si era una tontería, pero a mí me dio por pensar que esas ganas de carne roja eran una clara señal de que estaba embarazada. Lo confirmé un par de semanas después’.
- Sandra: ‘En mi caso fue algo de lo más típico, creo. Yo simplemente sentía un cansancio extremo. En mi vida había sentido una fatiga tal. Me levantaba tan cansada como cuando me iba a la cama. Y me pasaba el resto del día igual. Los fines de semana me levantaba para comer y volvía a quedarme dormida en el sofá después. Empezaba a preocuparme cuando se me ocurrió que tal vez se debía a un posible embarazo que llevaba solo unos meses buscando. Y así era’.
- Rosa: ‘Pues yo me enteré de que estaba embarazada gracias a mi abuela. Fui a verla, tal y como hacía una o dos veces por semana. En aquella ocasión me acompañaban mi madre y mi hermana y nos acabábamos de sentar a la mesa para tomar un café y unas pastas cuando va y suelta: “mira, nena, ¿tú no estarás embarazada?”. Y yo miro a mi hermana con cara de circunstancias porque era ella la que llevaba tiempo intentando quedarse y sabía que la pregunta la iba a incomodar. Pero entonces veo que se está dirigiendo a mí. Le pregunté por qué lo preguntaba y me dijo “es que mira cómo te ha cambiado la nariz. Tienes nariz de preñada”. Me reí lo más grande, pero me rayé bastante, la mujer estaba tan convencida… Recuerdo que empecé a verme la nariz diferente yo también, aunque mi madre y mi hermana habían puesto los ojos en blanco en el momento. Yo me veía la nariz como más ancha, tal y como decía mi abuela. Así que, aunque usaba anticonceptivos y no había sospechado nada, a los pocos días me hice un test, con resultado positivo’.
5 amigas nos cuentan cómo intuyeron que podrían estar embarazadas
- Nadia: ‘Os va a parecer una guarrada, pero yo intuí que podría estar embarazada porque noté que el pis me olía diferente. Normalmente no noto cómo huele mi orina. Quiero decir, claro que huele, pero es mi pis y no suelo ser consciente de si tiene olor o no. Sin embargo, un día me dije, uy, qué olor. Y otro, al poco, lo mismo, como que olía más fuerte de lo habitual, o diferente… No sé. Algo me sonaba de que la composición de la orina cambia cuando estás embarazada y empecé a hacerme ilusiones. Tardé un mes en confirmarlo, porque no soy muy regular y porque ya me había llevado tantos chascos que me daba miedo solo pensar en otro. La verdad es que aún no sé si el olor era realmente diferente o si era mi olfato que estaba agudizado’.
- Carmen. ‘Yo me levanté una mañana, me duché, puse la cafetera, me vestí, me puse en una taza mi café con un dedo de leche y una cucharadita de azúcar, le di un trago… y casi lo escupo del asco que me dio. De verdad, pensé que la leche estaba cortada. Pero, vamos, ni la leche cortada, ni el café malo, ni la taza tenía restos de jabón. Lo comprobé todo de nuevo a la mañana siguiente. El lunes me gustaba el café, el martes me daba un ascazo terrible. Fue así de heavy, por lo que me hizo sospechar. Y acerté’.
Y a ti, ¿tu cuerpo también te informó de alguna forma de que estabas embarazada?
¿Nos la quieres contar?
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