Por fin ha llegado el día. Después de darle muchas vueltas, conversaciones interminables y valorar varias opciones, te has decidido. Te vas a ir a vivir con tu pareja. Y aunque es posible que no quepáis en si de gozo sólo de imaginaros todas las noches haciendo arrumacos, hay otras cosas que es importante que tengáis en cuenta antes de dar el gran paso. Porque aunque no lo parezca, decidir compartir tu día a día con la persona que quieres, es una de las decisiones más importantes de nuestra vida. O al menos lo suficientemente importante como para pararte a pensar antes de dar ese paso. Por eso, desde mi humilde experiencia, vengo a compartir consejos para irte a vivir con tu pareja y no morir en el intento:

  1. Debe ser una ilusión para ambas partes. Y lo pongo como primer punto porque para mí es la clave. Es una decisión conjunta que tiene que surgir de un proceso consensuado. Si te ves obligada a hacerlo o estás forzando la situación, estás abocada al desastre. Avisada quedas.
  2. Prueba antes con periodos cortos de tiempo. Aprovecha unas vacaciones para convivir durante unas semanas con tu pareja, que pase tiempos definidos en tu nidito si vives sola o aprovecha cuando estés sola en casa. Creéme, no es lo mismo un fin de semana que periodos más largos. Así que si puedes, haz simulacros antes de lanzarte a la convivencia.
  3. Haced números. Y no sólo del dinero que vais a tener que invertir al principio (Fianza, seguro, entrada, gastos de gestión, cambios de nombre de los recibos, etc.), si no de los gastos mensuales que vais a tener. Lo importante no es empezar, lo importante es ser capaz de manteros. Así que analizad bien vuestros ingresos y haced previsiones. Debéis ser capaces de mantener los costes de vida y de que os sobre algo para caprichos o imprevistos. Por mucho que os queráis, el amor no paga los gastos.

    Los números son clave
  4. Ahorrad. Ya sea porque habéis decidido comprar o iros de alquiler (Yo recomiendo en los inicios probar de alquiler, mucho menos lío si luego el tema sale mal). Tenéis que tener muy clara la inversión que vais a necesitar. En mi caso cuando me decidí, me senté, cogí un catálogo de Ikea y calculé todo lo que podría gastarme y/o necesitar según la opción que estábamos mirando. Saqué una cifra al alza y decidí, que cuando tuviera esa cantidad ahorrada, había llegado mi momento.
  5. Hablad de las tareas del hogar. Queramos o no, cuando nos independizamos, de repente vemos con más claridad todo lo que hacía nuestra madre por nosotr@s. Ahora tendréis que encargaros vosotros, así que negociad y organizaros. Hacer la comida, poner lavadoras, limpiar vuestro nidito de amor, planchar, lavar los platos…. No son moco de pavo. Las tareas del hogar pueden convertirse en un quebradero de cabeza si no se organizan y se reparten bien.
  6. Hablad de convivencia. Y no me refiero a las cosas básicas como las tareas del hogar anteriores, si no de temas tan importante como los espacios de independencia que necesita cada uno, las normas a la hora de invitar a gente a casa, costumbres, manías, preferencias…. Poned todas las cartas sobre la mesa e intentad detectar en qué puntos podéis llegar a entrar en conflicto. Siempre habrá sorpresas, pero se trata de estar prevenido.
  7. Acepta que vas a tener que hacer sacrificios. Queramos o no, compartir el día a día con alguien, implica hacer sacrificios y renunciar a algunas cosas. Quizás a ti te gusta cenar a las 10 de la noche pero tu pareja es de los que cena a las 8. Bien, ha llegado el momento de negociar y encontrar un término medio para muchas cosas. Tendréis que hablar, negociar y ceder si queréis que esta aventura llegue a buen puerto.
  8. Prepárate para descubrir nuevas facetas de tu pareja. Y no, no te aseguro que te vayan a gustar todas, pero así es la convivencia y tendrás que estar preparada para ello. Y si eso te crea conflicto, vuelve al punto anterior y recuerda: Comunicación y negociación son la clave.

    Te verás así en más de una ocasión, créeme
  9. Divertiros. Esa es la clave. No todo van a ser responsabilidades y quebraderos de cabeza. Si quieres irte a vivir con tu pareja y no morir en el intento, lo importante es divertirse juntos. Al fin y al cabo, esto no deja de ser una aventura abocada a construir un proyecto conjunto, así que disfrutad del proceso y no olvidéis nunca de divertiros.

 

¿Y vosotr@s? ¿Qué otros consejos compartiríais para irte a vivir con tu pareja y no morir en el intento?