Inseguridades tenemos todos, ¿cierto? Hay quien tiene cosillas que no le gustan y hay quien se ve en la mierda cada vez que tiene que mostrarse como es. Todo eso hace que nos sintamos mal en algunos momentos, o incluso siempre.
Pues vaya putada. Te voy a contar un secreto: a mí me pasa. Y bastante. Aún arrastro problemillas de la adolescencia tormentosa, ¿y quién no? (¿Me ha quedado nombre de telenovela o de peli de tarde de Antena3? #AdolescenciaTormentosa)
Peeeero esto no es un post de hundimiento, amiga de lo desconocido. Porque hoy te voy a contar unas cuantas cosas que me han ayudado a empezar a aceptarme y salir de la peli de tarde de Antena3 adolescencia tormentosa, por si te ayudan. ¿Sí? Veamos.
WeLoversize
No podía empezar de otra forma. Esta web maravillosa me ha ayudado mucho a juzgar menos y por tanto a aceptarme más, a mí y al mundo en general. Todas y cada una de mis compañeras son inspiradoras, bellas y valientes, y tener estos referentes es fantástico.
Espero que a ti también te esté ayudando: mediante los posts, el foro, la comunidad de las redes sociales… No estás sola, querida.
Ser maja con los demás
A ver, no es que antes fuese una borde del copón, pero sí que era bastante más rancia. Ser amable ayuda mucho a que los demás también lo sean contigo, y eso siempre es reconfortante. Una simple sonrisa auténtica cuando ves a alguien, hace que ese alguien se sienta especial, y personalmente me encanta hacer sentir bien a la gente.
También te digo, hay gente borde aunque seas supermaja, y si no te nace ser amable, siempre vale más la pena ser auténtica.
Automimarme
Esto es muy amplio y depende de cada momento. Según el día y la hora, automimarme puede ser darme un palizón de gym o comerme una cuatro quesos yo solita. O ponerme una mascarilla durante un rato. ¿Maratón de Netflix? Tal vez vestirme con la mejor lencería del lugar (del Primark, porque la de Women’secret no me entra). O ir de compras. O ayudar en una protectora.
En definitiva, hacer lo que en ese instante me haga sentir bien conmigo misma, porque reconocer lo que se me antoja y no negarlo es una forma de aceptarme. ¿Qué te apetece a ti ahora?
Aprender algo nuevo
Sea lo que sea, aprender, expandir los horizontes y cambiar la forma de ver las cosas es la manera de mantener una mente jovencísima y sin arrugas. No te preocupes, es una manera de hablar, seguirás teniendo tus preciosas circunvoluciones cerebrales (#Geek #ScienceGag).
Ahora quiero aprender lenguaje de signos. Me parece algo diferente, bonito y muy útil. ¿Y tú, estás haciendo algún curso, leyendo libros diferentes, viendo Forjado a fuego? Forjado a fuego es el mejor programa de la historia y me peleo con quien diga lo contrario.
Reírme conmigo misma
Hay veces que estoy depre. Muchas. Demasiadas. ¿Sabes qué me ayuda? Mirarme al espejo y hacer el monguer. Esta misma mañana estaba cantando y bailando Nothing breaks like a heart como si fuese la REEEINA DE LAS TARIMAS, CHAVALES (cuánto daño ha hecho Gandía Shore, pero me encantaba Arantxa).
Aceptar los sentimientos
Cuán dañinos pueden ser a veces. Sí, uso el cuán. Pero hay algo peor: no aceptar esos sentimientos (ni el cuán, es lo puto más). Por muy malos o inaceptables que te parezcan tus feelings, ocultarlos o rechazarlos hará que se acumulen como la pelusa que no barres. Liberarlos permite que se vayan, y saber qué sientes te ayudará a entenderte mejor.
Y si necesitas pegarte la panzada de llorar, o romper cosas (cuidaaao, busca un sitio controlado), o darte el baño de espuma más largo de la historia, perfecto.
¿Qué me dices, te animas a probar alguna de estas cosas? ¿Ya lo haces? Cuéntame cuáles han sido y son tus formas de autoaceptarte.