Tienes que realizar X postura para disfrutar más y llegar al orgasmo. Si eres multiorgásmica disfrutarás más. Estimulando el punto G disfrutarás mucho más. La única meta de la follar es correrse. ¿Qué has pensado cuando has leído esto? ¿Crees que todo esto es verdad?

Pues bien, es cierto que ciertas posturas ayudan a que consigas una mayor estimulación, o que teniendo múltiples orgasmos descubras nuevas sensaciones o que follar y correrse da mucho gustirrinin. Pero ¿Sabes realmente cuál es la llave a tu placer? Pues es algo muy simple: el autonocimiento genital.

Por qué es importante el autoconocimiento genital

Quiero que te pares a pensar. Ponte en la piel de tu niña de 12 años y en la consiguiente adolescencia. Piensa en las clases de biología, específicamente en el tema de la reproducción humana. Ahora responde a esta pregunta: ¿Te enseñaron en esas clases qué era el clítoris? Si respondes que sí, eres una afortunada, querida mía. Si por el contrario no tenias ni idea de que era eso hasta bien entrada una edad, bienvenida al club.

Vivimos en una sociedad en la que no nos enseñan lo que es el punto máximo de placer femenino. Esa puntita del iceberg tan maravillosa que nos hace ver el infinito y más allá.  Porque querida, te voy a dar un poquito de información sobre el clítoris por si no tenias constancia de ella. El clítoris tiene (ojito a lo que se viene) aproximadamente 8000 terminaciones nerviosas y su único propósito es dar placer. Y de todo esto no somos conscientes hasta que tenemos cierta edad, o incluso aún no hemos descubierto sus bondades. Conocer nuestro cuerpo es necesario para disfrutar al máximo.

Qué puede hacer por ti el autoconocimiento genital

Conocer tu mapa corporal no solo te traerá placer, sino que además te sentirás más conectada con tu propio cuerpo. También es importante que tengas un buen autoconocimiento corporal, y no solo de los genitales. Todo nuestro cuerpo es una zona erógena que puedes acariciar y obtener un gran placer al hacerlo. Centrándonos en el tema principal, se puede decir que este autoconocimiento también te ayudará a utilizar métodos de higiene menstrual más saludables y que requieran una inserción vaginal. Por ejemplo, cuando éramos adolescentes y nos vino nuestra primera menstruación, a muchas nos horrorizaba la idea de meternos un tampón por el chichi. A decir verdad es un miedo estúpido basado en la falta de información que recibimos acerca de nuestros genitales. Poseer gran autoconocimiento acerca de tus genitales puede animarte a probar cosas nuevas, y no solo a nivel erótico.

Ejercicio de autoconocimiento genital

Este ejercicio es un pequeño pasito para conectar con tu cuerpo. Para realizarlo vas a necesitar algo para taparte los ojos y leer las instrucciones antes de llevarlo a cabo. ¡Es el momento de que te conozcas, te disfrutes y descubras la llave a tu placer!

  • Reserva un rato para ti misma. Prepara una habitación en la que te sientas cómoda. Para hacerla más acogedora puedes poner incienso o velas.
  • Siéntate en la cama y tápate los ojos con algún pañuelo o un antifaz. Respira suavemente.
  • Pon las manos sobre tus piernas y comienza a mover los dedos. Haz que tus manos se toquen.
  • Comienza a recorrer todo tu cuerpo con las manos, de forma lenta y pausada. Céntrate en las diferentes sensaciones que aprecias
  • Empieza a desnudarte a ti misma, de forma suave; como si alguien te estuviese quitando la ropa. Acaríciate mientras tanto, sintiendo tu piel y sus recovecos.
  • Una vez hayas acariciado todo tu cuerpo y descubierto las sensaciones que emiten sus diversas zonas, toca tus genitales.
  • Siente cómo es tu vulva, que zonas tiene, dónde se encuentra el clítoris, etc. Tómate tu tiempo y repite “Este es mi cuerpo sexual, y le quiero”
  • Una vez sientas que estás preparada, destapa tus ojos y reflexiona sobre la experiencia vivida.

El autoconocimiento del cuerpo y de los genitales es algo necesario para poder disfrutar al máximo de nuestra sexualidad. A sí que coge un espejo y disfruta un rato de ver tus zonas, sus pliegues, formas y colores. Además, no existen dos vulvas iguales; tienes entre tus piernas una zona tan única como tú. Mímala, conócela y disfrútala. ¡Ah! Y no te olvides de hacer el ejercicio para conectar con tu cuerpo y ser consciente de él.

 

Irene Valverde Educadora Social y Sexóloga

Correo: [email protected]   Instagram: @ivalram