A lo mejor suena a flipada o yo que sé, pero tengo una vida sexual MUY activa. Desde que empecé no he parado, y aunque los tíos con los que he estado no me definen, debo reconocer que he catado varones de todos los tipos y colores. Altos, bajos, rubios, morenos, con pollas chiquitucas y otras descomunales… No sé, si el chico en cuestión me atraía tampoco me ponía quisquillosa.

Por eso creo que tengo un buen historial en mi enciclopedia sexual personal y sé diferenciar lo que es un buen polvo, uno mediocre y otro fatal. Los polvazos brutales y los que son una mierda jamás los olvidas, por lo bueno y por lo malo respectivamente. En cambio, los mediocres acaban emborronándose en tu memoria y suerte si te acuerdas de como tenía la pinga, porque a veces hasta ese detalle se te distorsiona. En su momento lo pasaste bien, pero tampoco fue una maravilla, así que pasan al cajón de objetos perdidos.

Por proporción he tenido más polvos mediocres que brutales, y es una mierda, pero así es la vida. Supongo que los tíos que follaban de miedo han pensado que yo era mala o algo, porque la mayoría han desaparecido sin mirar atrás, pero hay uno que recuerdo con mucho cachondismo y cariño: Jesús (que no se llama así pero ya que hablamos de vírgenes y tal, le he querido poner un nombre bíblico).

Aunque no me gusta el término “virgen” porque me parece que la virginidad es un constructo social, Jesús no había follado con nadie. No había visto jamás un coño salvo en el porno. No había metido su salchicha en ninguna barra de pan. No había comido almejas en ningún buffet libre. No había metido los dedos para ver cómo de profundo era el agujero. Nada de nada. Cero.

Sí, debo reconocer que al principio me echó un poco para atrás. No es como cuando tienes 17 años y te parece hasta tierno que el tío en cuestión no haya estado con nadie… Jolín, que yo tenía 27 y él 32.

Ronda de preguntas:

¿Por qué era virgen con 32 años? Pues mira, no lo sé. Me pareció de mal gusto preguntárselo y es su vida, no la mía.

¿Era atractivo? Obviamente. Si no no me lo habría tirado. Eso sí, lo que para mí es atractivo igual para ti es un tío empadronado en Mordor.

¿Follaba bien? BIEN SE QUEDA CORTO.

Yo no sé donde aprendió ese chaval, porque en el porno no se folla como él lo hizo. Madre de mi vida y de mi corazón… Juro que en aquel momento yo subí al cielo, vi a la Virgen de las Angustias de mi pueblo, recé un Ave María, conocí a Dios, bajé a los infiernos, saludé a mi ex, subí y tuve tres orgasmos. TRES. Qué polvazo, señoras y señores.

Y claro, no pude contenerme y preguntarle:

“¿Tú estás seguro de que eras virgen?”

La moraleja de esta historia es que a menudo nos sentimos cortados por nuestra falta de experiencia. Pensamos que a la otra persona no le vamos a gustar, que vamos a hacerlo mal, que no somos lo suficientemente buenos y NO. Basta con ser tu mismo, con pasártelo bien y con disfrutar. Quiérete más y se notará, pero sobre todo folla, porque el sexo es salud.

 

Anónimo