No me avergüenza reconocer que hasta los 23 años jamás de los jamases me había corrido en pareja. Bueno, igual me avergüenza un poquito pero estamos en confianza y hay que quitarse los miedos. Para muchas igual no es nada; hay mujeres que a los 50 años todavía no se han corrido. Sin embargo, esto me generaba mucho malestar porque desde que cumplí los 16 he tenido una vida sexual bastante activa. Mala, pero activa.

Con mi primer novio no había manera. También es verdad que éramos jóvenes y que él no tenía mucha experiencia en «cómo estimular a una mujer». El porno hace mucho daño.

Cuando lo dejé con él tuve bastantes rollos esporádicos, y aunque algunos estuvieron bien, yo jamás lograba tener un orgasmo. En solitario sí, así que conocía de sobra la diferencia entre correrse y disfrutar a secas.

Después me eché un noviete con el que estuve durante casi 2 años y más de lo mismo, pero esta vez la cosa fue a peor porque empecé a fingir. Me generaba presión que él se sintiese culpable o mal, así que la pringada que se quedaba sin orgasmos era yo.

Lo dejamos y tras otra época de ligoteo indiscriminado conocí a mi actual pareja. Esta vez quería hacer las cosas bien, así que fui sincera con él. Le dije que jamás me había corrido con un chico y que había fingido muuuuchos orgasmos. Me apoyó, me dijo que intentaría hacerlo de la mejor manera posible y tras varios años lo he conseguido: me he corrido.

¿Cómo?, os preguntaréis muchas. Pues no fue fácil y ha hecho falta un juguete. Total, que he decidido recopilar los trucos que DE VERDAD me han servido.

  • En primer lugar, el orgasmo no es lo más importante durante el sexo.

Me costó mucho darme cuenta de esto, porque para mí follar era sinónimo de corrernos los dos. Con el tiempo he descubierto que no, que en el sexo ha mucho más. Intimidad, compenetración, diversión, sensibilidad… A veces no te correrás tú y otras no se correrá tu pareja, pero mientras disfrutéis durante el coito, ¿qué más que alguna vez no lleguéis al final?

  • Por favor, sed sinceras con vuestra pareja. Fingiendo no vais a llegar a nada.

Os lo dice una persona que fingió más de 100 polvos. Os lo juro, no sirve para nada, sólo para que os sintáis culpables y responsables. Si se lo decís a vuestro novio, a lo mejor al principio es un shock para él, pero al final os apoyará (y si no os apoya buscad otra polla, así de simple).

  • El 90% de las veces el problema está en nuestra cabeza. Ni estamos mal hechas, ni nada. 

Yo me rayaba muchísimo pensando que estaba mal hecha, de verdad os lo digo. ¿Cómo era posible que me corriese SIEMPRE que me masturbaba en solitario, pero con mi pareja no? Después me di cuenta de que había una presión inmensa en mi cabeza que me impedía disfrutar y cuando follabamos tenía la cabeza en mil cosas en vez de dejarla en blanco.

  • Si sólo os corréis con un juguete, usad un juguete durante el coito.

Mi truco definitivo para correrme en pareja ha sido usar un estimulador de clítoris (el mítico Satisfyer). Se lo comenté y me dijo que le parecía genial probarlo. Fue un acierto total.

Cuando estamos dándole al tema nos ponemos en posiciones en las que yo pueda usar el juguete en cuestión, por ejemplo de lado con las piernas bien abiertas y él detrás mío. A veces yo tengo el control del estimulador y a veces él, pero tampoco hace falta moverlo. Total, que ahora me corro siempre.

Sé que hay mujeres super afortunadas que pueden correrse con la simple penetración pero yo no soy una de ellas, y no pasa nada. Me hace falta una ayuda extra y aunque al principio me sentía rara o mal, he decidido que no tiene nada de malo. A lo mejor con el tiempo soy capaz de correrme usando mis manos o con las manos de mi chico, no lo sé. Lo que tengo claro es que paso de rayarme cuando en mi mesilla hay un juguete que puede garantizarme un orgasmo seguro y que además es compatible para usarlo en pareja.