Dismenorrea o dolor menstrual. Dispareunia o dolor en las relaciones sexuales con  penetración. Sangrado uterino anómalo. Problemas reproductivos. 

El dolor que causa la endometriosis es extremadamente aniquilador. Es un horror y un dolor  que nos destruye de manera silenciosa. No hablamos de ello y nosotras mismas invalidamos  nuestro dolor. Sobrevivimos como podemos a base de analgésicos, paños calientes y miles  de remedios de la abuela que, al final, no nos “curan”. La sensación de asfixia, de soledad,  de resentimiento, acaba siendo insoportable y no te deja ver más allá de él. 

Si te sientes así en algún momento de tu ciclo menstrual, déjame decirte que no estás sola.

endometriosis

Según un estudio de la Real Academia Médica de la Comunidad Valenciana, el 6% de todas  las personas menstruantes vistas en estos últimos 30 años en consulta de ginecología  general en las típicas revisiones anuales, de contracepción o por patología, sufren de  endometriosis. Si se tiene presente que dichas pacientes tienen que estar recurriendo de  manera continuada a consulta, se calcula que un 20% de las consultas ginecológicas están  implicadas con esta dolencia. 

Un 17% de las intervenciones quirúrgicas con ingreso en el último año tenían endometriosis. 

La endometriosis se caracteriza por la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad  uterina: recto, vagina, vejiga, pelvis… Y esto, cuando se inflama, hace que tengamos unos  dolores incapacitantes que, gracias a la última Ley del Aborto en España, nos permitirá, con  ciertas condiciones, poder pedir una baja cobrando el 100% del sueldo. 

La media para diagnosticarla a través de la Salud Pública es de ni más ni menos que 8 largos  años. Así pues, os compartimos algunas de las informaciones que os pueden ayudar para  conocer qué os está pasando. 

 

¿Cómo se diagnostica la endometriosis? 

La ecografía es la técnica principal por la que empezar el diagnóstico, pero no siempre a  través de ella hay signos visibles. Con una ecografía normal no se puede descartar esta  condición.  

A través de análisis de sangre, pueden verse alteraciones en el marcador CA.125.  

La laparoscopia es una técnica operatoria para observar el interior del abdomen que, aunque  el objetivo es conocer el estado fértil de la paciente, también ayuda a observar el tejido sano. 

En personas de más de 40 años, a veces se propone extirpar ambos ovarios para evitar una  posible degeneración maligna.  

Por último, si ninguna de estas pruebas da resultados claros, un TAC o resonancia magnética  pueden dar en el clavo.

A nivel de tratamiento, no hay una respuesta concreta. Cada profesional valora el grado y las  necesidades y condiciones de la paciente. En algunos casos, a través de tratamientos  hormonales (como los anticonceptivos hormonales) se intenta regular el ciclo menstrual para  poder regular los dolores; tratamiento farmacológico con analgésicos; tratamiento quirúrgico  en los casos más extremos y, tratamientos naturales (que no alternativos ni sustitutivos). 

También se recomienda la importancia de poder realizar fisioterapia de suelo pélvico. Sobre  todo, llevar una alimentación saludable, realizar ejercicio físico regular y evitar el tabaco y el  alcohol son algunos de los pilares, potenciar los hábitos de vida saludable como en otras  patologías. Pero chicas, haced lo que podáis. No os mortifiquéis, ninguna ha escogido tener  estos dolores así que si algún día falláis, recordaros que sois humanas. 

Por último, podéis contactar con la Asociación De Afectadas de Endometriosis Crónica, una  organización sin ánimo de lucro, con la cual podéis buscar respuestas a vuestras preguntas  y sentiros un poquito más acompañadas. 

Recordad que no tenéis por qué pasar por esto solas. 

GRIS :)