Eremofobia: hablamos del miedo a estar solos

 

¿Habías oído hablar de este miedo? Hoy te cuento en qué consiste este temor, cuáles son sus síntomas y cómo combatirlo.

La eremofobia se refiere al miedo a estar solos. Se caracteriza por un temor, frecuentemente desproporcionado en intensidad a encontrarse en soledad.

A menudo sin saberlo. Suele ser la consecuencia de un trauma de abandono que ocurrió en el pasado.

Los seres humanos estamos genéticamente programados para interactuar unos con otros. Por ello, si esto no sucede, podemos experimentar ciertas sensaciones de intranquilidad y desasosiego.

¿Alguna vez has padecido síntomas físicos como palpitaciones, taquicardias y un temor irracional por permanecer solo o hacer actividades en soledad? Entonces has sufrido eremofobia.

Causas de la eremofobia

Hay veces que el origen de una fobia no está claro. En el caso de la eremofobia, la mayoría de las teorías apuntan a una experiencia traumática vivida en solitario como el desencadenante de la fobia. A partir de esa experiencia, la persona que lo ha vivido piensa que puede repetirse en el momento en que se queda sola.

Pero la retroalimentación es muy importante en esta fobia que se nutre de pensamientos fatalistas y no ayuda en nada el carácter negativo que tiene la soledad en nuestros días. En cualquier caso, la eremofobia se puede superar.

¿Cómo vencer este temor?

Lo importante tener claro este factor: que estar en pareja no significa que no estamos solos, porque hay verdaderas relaciones en las que estar acompañado nunca fue tan parecido a estar solo. Exponerme a la soledad hará que empiece a familiarizarme con ella, a disfrutar del tiempo que estoy conmigo misma, porque afortunadamente nunca estamos sola.

Y además, ten en cuenta estos consejos para lidiar con esta fobia:

1.Tómate tu tiempo para pasar contigo misma

  1. Da pequeños pasos y con gran paciencia contigo mismo. No debemos juzgarnos por lo que sentimos.
  2. No pienses que solo porque un estado de ansiedad o un ataque de pánico ocurrieron una vez volverán a ocurrir infinitas veces. Todo esto tiene un final.
  3. Habla del tema y no te sientas extraño. Incluso las personas más insospechadas sufren este tipo de dolencias, en diversos grados, más de lo que puedes imaginar.
  4. Practica yoga y meditación. Las actividades que trabajan en la respiración y la concentración aportan beneficios psicofísicos.
  5. Ríe. No te tomes demasiado en serio. Es muy importante encontrar una manera de pasar momentos divertidos. 
  6. Ponte en contacto con un especialista, en algunos casos las fobias se pueden controlar y son transitorias.

 

En conclusión, podemos afirmar que, desde los inicios de la humanidad, el miedo a encontrarnos solos forma parte de nosotros de forma natural e instintiva, solo hay que tener una buena gestión de nuestras emociones y tomar cartas en el asunto si se vuelve un problema en nuestra salud mental y tiene un impacto negativo en nuestra vida.  

Es importante distinguir esta fobia del típico miedo a la soledad que todos hemos sentido alguna vez. Porque incluso las personas que disfrutan de la soledad, sienten la necesidad de relacionarse con otras personas en algún momento.

 

Anónimo