Este es el primer año de mi vida que me voy a poner un bikini y te cuento por qué

 

Como lo lees en el título, amiga.

Me he marcado un propósito de año nuevo, así, de repente y fuera de fecha.

No ha sido una decisión fácil, pero ya está tomada y el fallo es inapelable.

Este es el primer año de mi vida que me voy a poner un bikini y te cuento por qué.

Pero antes quiero que entiendas que no exagero. No me he puesto un bikini jamás in my fucking life.

Supongo que será porque yo ya nací gorda. Porque fui un bebé rollizo, una niña gorda, una adolescente gorda, una joven gorda y, oh sí, chorprecha, una mujer adulta gorda. A estas alturas de la película me atrevo a afirmar que también seré una señora gorda.

Así que mi madre, que la quiero mucho, pero es humana y comete errores, pasó de llevarme a la playa en bolas o con el pañal, a llevarme directamente en bañador. Con la barrigola bien tapadita. No llegué a usar nunca la típica braguita con esos volantes monísimos que llevaban mis primas. Yo usaba trajes de baño de una pieza muy bonicos también. Con sus floripondios en los tirantes, sus estampados chillones y su mogollón de tela para cubrir el mondongo. Para ocultar las mollas poco se podía hacer sin pasar por dejarme la camiseta puesta.

En torno a los seis o siete años ya era yo la que no quería ponerse un bikini ni de broma. Me moría de la vergüenza, me sentía observada. Sentía que no tenía derecho a hacerlo. Yo no. Mi cuerpo no.

 

Este es el primer año de mi vida que me voy a poner un bikini y te cuento por qué

 

Para cuando llegué a la adolescencia, ya no solo ni se me ocurría pensar en lucir un dos piezas en la playa o la piscina, es que me costaba incluso ir y quedarme en traje de baño.

Llegué a estar un tiempo sin ir a la playa, rechazaba los planes que supusieran calor, agua y vergüenza. Hace unos años di con la solución: los bañadores de natación. Esos que son supercerrados tanto en el pecho como en la espalda y que, además, son larguitos en las piernas.

Tengo uno que tiene incluso una faldita que cubre un poco el culo.

Es decir, siguiendo esa progresión, este año me tocaba ir a la playa en burkini. Y, mira, no me da la real gana.

"Este

Este año me voy a poner bikini porque ya estoy harta. Estoy cansada de sudar por no querer mostrar más piel de la que debiera. Cansada de usar bañadores que no solo me son incómodos (¿has probado a ir a mear cuando llevas un bañador deportivo debajo de la ropa?), sino que además no me sientan bien. Este año me voy a poner bikini porque ¿sabes qué? Me gusta más cómo me quedan. Me favorecen mil veces más que esas mallas cortas con tirantes que usaba. Siempre me lo ha parecido, pero no me los ponía porque, recordemos, los bikinis no están hechos para cuerpos como el mío. Una no puede lucir su cuerpo cuando este es grande y no precisamente firme y torneado. Pero ya no más, me lo voy a poner porque yo me veo mucho mejor y al que no le guste, que no mire.

Voy a ir a la playa y a la piscina en bikini porque es mucho más cómodo. Porque quiero saber cómo se siente el calor del sol directamente en la barriga. Porque si puedo, con cuidadito y mucha protección, voy a igualar el tono blanco nuclear de mi abdomen con el doradito vuelta y vuelta de los hombros.

 

Este es el primer año de mi vida que me voy a poner un bikini y te cuento por qué

 

Este es el primer año de mi vida que me voy a poner un bikini porque, al contrario de lo que he creído hasta hace bien poco, a la gente le da igual lo que me ponga. Su día va a ser el mismo si ven a una gorda en bañador o a una gorda en bikini. Sus existencias no van a cambiar en función de cómo coño me paseo yo por la orilla.

Sin embargo, la mía sí.

Ponerme un bikini es un pequeño paso para la mujer, pero un gran paso para la gorda. Es alcanzar un punto de inflexión, de no retorno, es mandar a la mierda décadas de represión y de complejos. Es un acto simbólico, es gritar a los cuatro vientos que soy igual de válida gorda que delgada, alta que baja, melenuda que calva.

Este es el primer año de mi vida que me voy a poner un bikini y te cuento por qué

Será mi forma de decir: si mi cuerpo y cómo lo visto te supone un problema, el problema lo tienes tú. Será mi forma de decírmelo a mí misma y de creérmelo de una vez por todas.

Este año me voy a poner bikini porque, desde ya, ni mis lorzas ni yo nos vamos a ocultar más.

 

La chica del bikini

 

Envíanos tus movidas a [email protected]