¿Qué tendrán los músicos verdad? Yo y mis amigas siempre hemos dicho: no importa que seas una persona de lo más mainstream, en cuanto te subes a un escenario, tu sex appeal se dispara de manera exponencial. (Al menos para mí, no sé, llámame groupie)

En una noche (pre-pandemia) de chicas (salir de fiesta, eso que se hacía hace dos años ¿Lo recuerdas?)

Una de mis amigas empezó a darme codazos: Los típicos codazos de “Pibonaken a la vista”. Y claro, vi a dos hombres que no sé si parecían modelos, vikingos o simplemente putos dioses. Ni en un millón de años hubiera pensado en acercarme a hombres tan llamativos ¿Pero sabes qué? Me di la vuelta y fui de cabeza a hablar con ellos.

«Hola chicos ¿Qué tal?» Les dije con una sonrisa. Por un momento pensé «Tío, estoy loca, que vergüenza» Pero para que engañarnos, la vergüenza me duró poco. Ellos me incluyeron en su conversación de una manera natural y agradable. Me contaron que eran músicos (bajo y guitarra) y que estaban de visita, sólo se quedarían ese fin de semana.

El guitarrista empezó a agarrar de la cintura a mi amiga y metió su mano en el bolsillo trasero de su pantalón. Yo les miraba y pensaba para mí «Creo que son los hombres más guapos que he visto en toda mi vida». Para cuando me quise dar cuenta, mi amiga se estaba enrollando con el guitarrista y bueno, ya puedes imaginar cómo acabó la noche: Me volví sola a casa.

Al día siguiente OBVIO que quedé con mi amiga, quería TODO tipo de detalles: ¿Folló aquel dios como un dios? ¿Es verdad lo que se dice de los guitarristas? Ya sabes, cuando te vas a casa con un hombre que maneja muy bien la mano, tienes ciertas expectativas.

Mi amiga llega al bar y veo como se acerca lentamente, moviéndose con cuidado. Coge una silla y deja su caña en la mesa.

Enseguida bromeo «Ha sido una noche MUY BUENA, puedo deducir». Ella me mira, se echa una mano a la cabeza y se ríe.

«Tía, me ha destrozado el coño» Me confiesa.

«¿Tan grande la tenía?» Le pregunto preocupada.

«¡En serio! ¿Cómo puede ser que los hombres aún no sepan tocarnos bien? Que sí, que estaba muy bueno, pero según llegué a su cama lo único que le interesaba era meterme su pito. ¡Que no me interesa tu pito!¡Joder! ¿Por qué aún no saben que la penetración es una de las muchas opciones que existen en el sexo?
Me jode, porque muchas veces, a mí no me apetece follar porque el idiota que tengo al lado no se preocupa de mi puto orgasmo. No tienen ni idea de follar y luego la frígida soy yo.
Tía, mira, me folló durante 10 segundos, cayó en la cama y me dijo que menudo polvazo habíamos echado. Claro, yo no había ni empezado así que le cogí la mano y le dije que me tocara. Primero, me mete dos dedos en el coño ¿Pero qué haces? ¡Ahí no! ¡Frótame, que me quiero correr!

Cuando por fin me empieza a tocar el clítoris, lo hace como si yo fuera una puta cuerda de guitarra. Me estuvo RASCANDO el clítoris con la uña larga de su dedo índice. Entiendo ese orgulloso de guitarrista y ese ego de músico, entiendo que lleve la uñita larga, genial, pero coño ¿Qué quieres? ¿Qué te cante una nota cada vez que me rascas?»

«Ah… no puedo» Le contesté entre carcajadas.

charla de amigas

«Además le dije: A mí me gusta así, le moví la mano a mi gusto y me dice: ya, pero yo no lo hago así. ¡TÓCATE LOS HUEVOS!

Después de pedirle que me tocara y pedirle que me tocara BIEN ¿Cómo le voy a exigir más cosas? No soy quien para poner en jaque el ego sexual de nadie. Así que allí me quedé, abierta de piernas mirando el ventilador de su techo, mientras el guitarrista me RASCABA el coño.

Encima me susurraba al oído con voz de cerdo «¿Te gusta eh? ¿Te gusta?» Y yo pensando ¡Joder sí! ¡Me estás exfoliando el chichi para el resto de mi vida! Al cabo de un ratito le dije que ya valía de tanto rascar, que no me iba a correr mi en 5.000 años y me dice «Si bueno, cuando hay alcohol de por medio es más complicado correrse» ¿Alcohol? Mira… me callé porque si le contesto te digo que el karma vuelve a por mí.

¡Ni una triste bajada al pilón! Nada de nada, eso sí, me ha pegado la mejor sesión de rasque de mi vida, me duele hasta el roce con el tanga. Imagínate ¿Cómo se te quedaría el coño si te enchufaras un satisfyer con 5 veces más potencia durante 4 horas? ¡ASÍ ESTÁ MI POBRE PEPITILLA! ¡Menuda mierda de noche!»

La tarde concluyó con teorías acerca de que los hombres que tienen mucho éxito con las mujeres se preocupan menos de hacer las cosas bien en la cama. Creo que tod@s intentamos de alguna manera hacerles saber lo que nos gusta, porque nos interesa que nuestra pareja sexual nos satisfaga. Pero la cruda realidad es, que si te encuentras con un perfil de macho egoísta y con mucho ego, es muy probable que el polvo en cuestión se desarrolle en torno a su pene. Y ahí, amiga mía, es donde acaba el sexo para nosotras. ¿Tú que opinas?

 

M.Arbinaga