Hay algo que me ha pasado varias veces, la última hace bien poco, que me da entre risa y mucha rabia. Está claro que estar gorda no solo te pone al frente de burlas y dudas sobre tu salud, sino que es altamente probable que te ponga delante a gente que crea que te hacen un favor por estar cerca de ti. No me voy a centrar en familiares y amigos, que representa que deberían estar a tu lado porque te quieren, sino en gente con la que, básicamente, follar.

Soy una tía cis, gorda y hetero, por lo que suelo relacionarme con hombres. Ya no voy a entrar en lo sumamente difícil que es ligar en según qué ámbitos cuando estás gorda, sobre todo en las aplicaciones en las que todo es meramente visual y hay mucho estigma con los cuerpos gordos. Para muchos tíos las gordas somos un fetiche, algo que “se hace pero no se dice” y eso también les lleva a pensar que acostarse con nosotras es hacernos un favor porque “¿quién va a querer follar con una gorda?”, vaya por dónde: TÚ.

En fin, la cuestión es que llevo mucho tiempo encontrándome con tíos que se deben pensar que estoy desesperada y creen que, entre otras cosas, voy a chupársela como premio por acostarse conmigo o me voy a ir sin correrme y que solo lo haga él.

Vamos a dejar una cosa clara: Hay tías inseguras en cuerpos gordos y en cuerpos delgados. En este caso has dado con una que se ha cansado de reíros las gracias a los tíos que no admitís que os folláis a chicas gordas solo porque para tus colegas del barrio somos las menos atractivas. No pienses que porque estoy gorda no voy a querer disfrutar del sexo o voy a preferir que tú, Dios absoluto que has querido follar conmigo, seas el único que disfrute. No vamos a tener sexo solo porque tú lo necesites porque yo, la gorda que quieres follarte, también tiene necesidades.

Dejad de pensar que las tías gordas no tenemos opciones de follar. Para empezar, no necesitamos a un tío para darnos placer porque tenemos el mismo aparato reproductor que las chicas con cuerpo delgado y ¡sorpresa! También sabemos masturbarnos. En segundo lugar, pese a que se esconden bastante y cuesta algo más encontrarlos, hay muchos tíos ahí fuera que miran a una mujer por algo más que un fetiche o una fuente de placer egocéntrico y que están encantados de follar con chicas gordas y darles el mismo placer que ellos reciben. Una pena que eso nos parezca algo extraordinario.

En serio, yo por mi personalidad soy capaz de poneros límites y aclarar cómo funciona esto pero ¿sabéis cuántas chicas no pueden hacer eso? ¿A cuántas chicas les jode todavía más la autoestima encontrarse personajes así? Sacaros la idea de que las mujeres solo tenemos sexo para complaceros a vosotros y también la de que las chicas gordas estamos tan desesperadas como para dejarnos en un segundo plano.

Estoy cansada de tener que sentir que se actúa diferente conmigo por la única razón de que estoy gorda. Es vergonzoso que nos tengamos que sentir como un mero agujero solo porque la sociedad nos hace creer que no somos suficientemente atractivas. Si no te gusta una tía porque está gorda, lo primero que te diría es que te hagas mirar tu gordofobia pero sobre gustos no hay disputas así que ¿quién soy yo para obligarte? Pero si te gustan y lo que te pasa es que te da vergüenza admitir delante de tus coleguitas que ayer te follaste a una tía con lorzas y celulitis entonces, chaval, tú no solo tienes que mirarte tu gordofobia sino también tu autoestima, que no te permite decidir por ti mismo y comportarte como un ser humano y no un orangután en celo.

En fin, creo que ya he soltado suficiente veneno grasiento por hoy. Solo deciros a TODAS las chicas, gordas o delgadas, que tengáis claro que el sexo es cosa de dos y nadie es superior a ti o merece más placer que tú. Dios te dio un clítoris para algo, mi ciela.

Besis (L)

 

Redacción WLS