Todas hemos tenido ese primer viaje apoteósico con las amigas, que por poco la diñas pero siempre te quedan los buenos recuerdos de las aventuras vividas.
Yo con mis 18 recién cumplidos y cuatro amigas me planté en Benidorm para pasar unos días de vacaciones. Ahí iba a haber desfase, lo sabía hasta mi abuela. Lo que no nos esperábamos es que hiciera tanto calor. A ver, ya sé que pensaréis que era una cosa que se veía venir «En Benidorm, pleno agosto, calor, wow». Pero una que es del norte y para nosotros en agosto llegar a los veinte grados es insolación.
Nos pasábamos el día oliendo a alcohol y a sudor, no podíamos soportarlo casi, pero nos divertimos igual.  Y entre tanto divertimento llegamos a un bar donde el camarero era poco menos que un don Juan, guapo y muy adulador, estos que se les ve que saben como liarte.
Pues ahí fui yo con todo mi morro a pedirle de beber, y me trajo las cañas con extra de flirteo. Entre tonterías y risas varias me hace un truquito de magia gracias al que acabo con un papelito con su número apuntado.
Es una buena manera de ligar, apuntad chiquis.
Y nada, entre que a mi ya me la sudaba todo (literalmente) y que nunca  digo no a una pelea genital, le escribí y quedamos después de que cerrara el bar, ya de mañaneo, vamos. 
Recién salida de la discoteca, más borracha que una inglesa (que ponen alto el listón las cabronas) fuimos hacia mi apartamento. Ya por el camino dándolo todo y dentro ya ni os cuento. Se le notaba que tenía marcha en Benidorm, casi no nos devuelven la fianza del apartamento de la empotrada que me metió contra todos los muebles.
En una que me estaba metiendo duro contra la mesilla de noche le digo que ya es insoportable el calor que hace, que ni follar se puede. El muchacho al oír eso me coge y me saca al balcón, a seguir follando ahí. A mi en el momento me pareció la mejor idea del mundo… Hasta que miré al frente.
Había unos chavales en el edificio de delante, en el balcón ellos también, grabando como follábamos. Nos cortamos pero no mucho, seguimos dándole dentro pero con todo el balcón abierto, ya que lo graben hasta el final que más da.
Por suerte jamás vi ese vídeo, no lo ha visto ningún conocido mío. Si esos guiris lo siguen teniendo que lo disfruten, porque la mandanga que tuvimos aquel día era como para ello.
Al acabar la faena abrimos la puerta y ahí que me encuentro a mis amigas durmiendo en el rellano, el chaval lo flipó muchísimo y mis amigas al despertarlas y contarles lo del sex tape más aun. Las risas que nos echamos las escucharon mis padres desde Bilbao.
Quién sabe, a lo mejor el vídeo sale a la luz y me hago famosa como la Paris o la Kim Kardashian.

Alaz

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