Ay mi viejo amigo Tinder, cuántas alegrías y tristezas me has dado a la vez. Todos en esta página tenemos decenas de historias de terror gracias a la aplicación de Tinder y me apostaría mi propia casa, que al menos una de ellas es gracias al ghosting.
Pero primero, ¿qué es el ghosting?
Esta pregunta no es tan extraña como pensamos, el domingo pasado, jugando con mi familia a mímica apareció el término. Únicamente la conocíamos el 20% de la sala. Por desgracia.
Básicamente ghosting es dejar de comunicarte con una pareja, amigo, familiar, o persona con la que tengas un vínculo sin advertencia o justificación y, posteriormente, ignorar cualquier intento de acercamiento por su parte.
Las razones principales son la falta de vínculos afectivos, la percepción de las relaciones como un juego, la inmadurez emocional o la falta de responsabilidad afectiva.
El ghosting es una forma pasiva-agresiva de maltrato emocional: despersonalizar al otro, tratarle como un objeto de consumo.
Alguna de las secuelas a nivel psicológico del ghosting son:
- La culpa, proyectamos nuestras propias inseguridades con el silencio del otro.
- La obsesión con lo que hemos hecho mal, el cerebro humano se ha configurado para asumir lo peor.
- Los terribles sentimientos de humillación, abandono, rechazo o desprecio.
- Problemas de autoestima que pueden llevar a volverte más ansioso a la hora de relacionarte.
¿Ahora entendéis el título del artículo no? Ni Cruella De Vill fue tan mala como el engendro del mal que es el ghosting.
Internet está plagado de artículos que te explican cómo superar que te hagan ghosting o que hacer para no sentirte mal. Yo creo que tenemos que enseñar a la gente a lidiar con las emociones difíciles y estigmatizar el ghosting todo lo que podamos.
Sin embargo, no solo el ghosting viene de razones egoístas y malvadas. ¿Cuántas veces hemos estado liados con el curro, los estudios u otros problemas personales y se nos ha olvidado contestar a alguien? Esto en muchos casos puede derivar en vergüenza y decidir no contestar nunca más a la persona. En este caso, seguimos haciendo daño al usuario que está al otro lado de la pantalla. Por ello mismo, como persona que ha vivido en repetidas ocasiones esta situación, os doy algunos consejos sabios sobre cómo evitar el ghosting:
- No hay más opción que comunicar.
- La responsabilidad emocional, responsabilizarse de lo que tu silencio puede hacer sentir a la otra persona. Tengamos empatía y respeto.
- Pongamos límites concretos: si tienes problemas y no tienes hueco para esa persona en tu vida, te sentirás mejor cerrando ese capítulo en lugar de dejarlo abierto.
- Permítete quedar mal, defraudar, recibir reproches.
Si ves que estás sufriendo las consecuencias del ghosting, que estás pasando un duelo difícil para ti mismo, no dudes en pedir ayuda. Cualquier razón es válida para acudir a un especialista.