Compromiso. Solo la palabra da miedo. Porque compromiso muchas veces significa sacrificio, esfuerzo, dependencia, atadura… Porque es una palabra muy grande.

De hecho, hay muchas personas que no se comprometen con nada (o eso dicen). Porque prefieren ser «libres» e «independientes».

Sin embargo todos estamos comprometidos con alguien o con algo. Lo primero que nos viene a la cabeza es una pareja pero… amigos, familia, comunidad, trabajo… Y lo más importante: nosotros mismos.

Todos tenemos unos ideales, unos valores, unas creencias. Todos estamos comprometidos con ellos. Pero, ¿Somos conscientes? Muchas veces no. Pensamos que somos libres pero estamos atados a nuestras propias creencias, al compromiso con nosotros mismos.

Ese Compromiso no lo podemos romper. Si lo hacemos nos traicionamos a nosotros mismos. Eso debe ser un dolor insoportable. Digo debe, porque no lo sé, ni quiero saberlo.

El ser Comprometido tiene su parte mala, como decíamos al principio requiere esfuerzo, tiempo, dedicación… Pero también tiene mucho bueno: gratificación, orgullo, tranquilidad y muchas alegrías.