Desde el momento en el que sabes qué estás embarazada, es inevitable imaginar cómo será tu bebé, pero también cuando nacerá. Aunque que dicen siempre una fecha probable de parto en función a cuando, más o menos, fue concebido, es imposible saber cual será el día exacto de su nacimiento.

Muchas parejas incluso programan la búsqueda del embarazo para que su retoño nazca en una época del año en concreto. Spoiler: muy pocos lo consiguen. Quedarte embarazada cuando tú quieres para que el niño nazca en tal mes que te viene bien por lo que sea, es una utopía, hay muchísimas posibilidades de que eso no ocurra.

Pero fantasear con la fecha del nacimiento de tu bebé es parte del embarazo, si se adelantaré y nacerá en otro mes, si será un signo del zodiaco u otro, hay familias que hasta hacen apuestas con la fecha en la que nacerá el nuevo miembro. Conozco gente que se iba a llamar de una determinada forma, pero nació en un día señalado y sus padres decidieron ponerle en nombre del santo del día.

Además, el momento de ponerse de parto para algunas mujeres puede ser absolutamente mágico o completamente aterrador. No saber en qué momento empezarán las contracciones, si romperás aguas en casa o si serás capaz de saber qué momento es el adecuado para acudir al hospital.

¿Pero qué ocurre cuando no te pones de parto y tu ginecólogo te fija una fecha para provocártelo o te propone hacerte una cesárea? Pues que tu hijo nacerá en la fecha que ha decidido tu médico, ya no habrá incertidumbre y no sabrás lo que es ponerte de parto por ti misma.

La mayoría de las mamás que hemos pasado por una inducción o por una cesárea programada (yo pasé por ambas, os lo cuento aquí), nos causa una gran tristeza no experimentar ese momento de ponerse de parto en casa. A otras, sin embargo, les puede generar una sensación de alivio y tranquilidad saber qué día te van a ingresar para conocer a tu bebé.

 

Hazle una buena despedida a tu embrazo

Lo que está claro es que saber la fecha exacta en la que nacerá tu hijo te permite prepararte mejor mentalmente.

Además, puedes despedirte de tu embarazo. Sabes que día concreto en el que dejarás de estar embarazada, así que el unos días antes puedes hacer un pequeño ritual para despedirte, cómo hacerte fotos, mimarte o salir a comer con tu pareja.

Si tienes más hijos, una forma muy especial de despedirte de tu embarazo puede ser pasar un día en familia, hacer algo que os apetezca mucho y que, posiblemente, hasta dentro de unos meses no podías volver a hacer. Una salida al campo, un viaje, una cena, lo que os apetezca.

Así, además de rendir un pequeño homenaje a tu barriga, os podéis despedir de vuestra familia actual, porque en unos días seréis seréis uno más. Es una manera también de hacer partícipe a tu otro u otros hijos, y que se sientan importantes ante la llegada de un nuevo hermanito.

En mi caso, nos despedimos de ser familia de tres. Nos fuimos mi marido, mi hijo de 4 años y yo a comer un domingo y a pasar el día porque el lunes me ingresaban para practicarme una cesárea. Fue un día muy bonito y especial, sobre todo para mi hijo que vivió por última vez lo que era estar él solo con sus papás.

 

¿Me perderé los dolores del parto?

Otra de las grandes dudas que suelen tener las mujeres embarazadas a las que su médico les propone hacer una inducción es si se perderá lo que es sentir los dolores de estar de parto. Pues no, no le los vas a perder. Aunque sea un parto inducido, sentirás las contracciones igual que si hubieras empezado con dolores en casa.

En el caso de la cesárea, como es obvio, no vas a tener contracciones porque lo más común es que te anestesien, en la mayoría de los caso lo hacen con epidural, y te abran para sacar a tu bebé, así que con la anestesia no vas a sentir dolores de parto. Pero ojo, que la cesárea es una operación, te va a rajar varias capas de piel y a coserte después. No conocerás el dolor de las contracciones, pero el postparto será muchos más duro que con un parto vaginal. Siempre hay excepciones, por supuesto, hay partos vaginales que dan lugar a una recuperación durísima.

Al final, lo mejor es disfrutar tu embarazo y asumir que cada parto es distinto, aceptar lo que te venga y pasarlo lo mejor posible. Tu hijo va a nacer y eso es algo maravilloso, da igual cómo y cuándo.