Así es. Y no estoy hablando de un jugador de un equipo de segunda, si no de un equipo muy conocido mundialmente. Está claro que ser gay o bisexual en el mundillo del fútbol es un tema controvertido. Algo que no puedo entender, pero parece ser que, que te gusten los hombres siendo hombre es incompatible con ser un buen futbolista. Y es por esto que muchos se lo callan y llevan dobles vidas. 

Esto mismo es lo que le ocurre al protagonista de esta historia. No voy a decir nombres por respeto a su privacidad, pero quiero contaros cómo me enteré de que un futbolista conocido a nivel mundial tiene relaciones con hombres a pesar de tener pareja femenina y familia. 

El novio de mi cuñada viene de una familia bien de Madrid. Su padre es uno de los cirujanos plásticos más conocidos del país y, por lo tanto, conoce a muchísima gente de la “jet set”. A algunos simplemente los conoce, y con otros tiene una muy buena relación. En concreto, es muy amigo de un futbolista ultra conocido, hasta el punto de hacer fiestas en su casoplón e invitarle. 

Yo me llevo genial con mi cuñada y por ende con su pareja. Viene de familia rica, pero son todos muy llanos de trato. Un día que nos fuimos mi pareja, su hermana, el novio y yo de cena, nos dijeron que ese sábado iban a hacer un fiestón por el 60 cumpleaños del papi y que si queríamos ir. Por un lado, me moría de la vergüenza porque sabía que iba a estar llena de gente top, pero por otro lado me apetecía vivir esa experiencia, así que dije que por supuesto iríamos. 

Llegó el día, me vestí para la ocasión y allí que nos presentamos mi pareja y yo. Nos sentíamos un poco fuera de lugar al principio, pero después de unas copitas la cosa se veía de otra forma. Fiché a varios famosillos y gente cuya cara me era familiar y que no acababa de ubicar. Al cabo de una hora más o menos apareció él. Un futbolista de renombre conocido mundialmente, y venía solo. El padre del novio de mi cuñada le saludó con un abrazo y se fueron a un sitio algo apartado para hablar sobre algún asunto que estaba claro no querían que trascendiera. Al poco rato alguien llamó a la puerta y el anfitrión de la fiesta insistió en abrir y recibir a esa persona. Yo miré con disimulo y vi como un chico muy, muy atractivo entraba. No era famoso o al menos yo no lo conocía. Sin embargo, no vino al jardín donde estábamos todos los demás. El suegro de mi cuñada le acompañó a una sala en la que no había nadie, en principio. 

Yo seguí con la fiesta sin darle demasiada importancia a este hecho, pero si que me extrañó. Al cabo de un rato fui al baño y escuché voces hablando en una habitación. Oí el nombre del futbolista famoso y, llamadme cotilla si queréis, miré un poco por el huequito que quedaba en la puerta entreabierta. Entonces los vi. El chico guapísimo anónimo que había llegado tarde y el famosísimo deportista besándose y abrazándose. 

Al ser testigo de este bombazo sentí varias cosas. Primero me produjo muchísima curiosidad y pensé en que tenía una primicia así sin quererlo ni beberlo. Luego me dieron ternura y pena. Se veía que entre ellos había cariño, no era algo sexual, era algo más. Y sinceramente me dio pena que por la mierda de sociedad en la que vivimos, estas personas no puedan expresar libremente su amor y tengan que llevar dobles vidas con las que seguramente no sean felices. 

Pensé entonces que me llevaría este secreto a la tumba para apoyarles en silencio. Y diréis, Entonces, ¿por qué nos lo cuenta? Pues bien, he decidido hacerlo, por supuesto manteniendo su anonimato, para alzar la voz y dar apoyo a que esta situación cambie y que todo el mundo, sin importar su profesión, pueda vivir la vida que realmente quiere. 

 

Anónimo

 

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