A veces, si no fuera por los videos virales que nos encontramos en internet, no nos creeríamos de verdad la de cosas que pasan. Una animadora en un partido de baloncesto que se cae encima del público, alguien que se tira desde un paracaídas y tiene problemas pero finalmente aterriza sano y salvo o, en este caso, pedidas de matrimonio que resultan incluso cómicas. Pero os aseguro, que lo que yo he visto fue la peor pedida de mano de todos los tiempos. Digna de haberlo subido a las redes y hacerse viral.

A ver, si hubiera dependido de mí, aunque lo hubiera grabado os aseguro que no soy de esas personas que lo suben a las redes. Sobre todo si pasa algo malo o vergonzoso para alguien. Creo que no nos damos cuenta de la magnitud de internet y del daño que pueden hacernos hasta que ya es demasiado tarde. Por eso, precisamente esto, que seguro se hubiera convertido en uno de los videos más vistos del momento, no lo hubiera subido a Instagram.

Todo fue porque mi amiga nos quiso invitar a otra amiga nuestra y a mí a la pedida de mano sorpresa que iba a hacerle su primo a su novia. Nos dijo “podemos quedar en el centro, que mi primo le va a pedir matrimonio a su novia y nos ha avisado a su familia para que estemos allí. Así que podéis venir, verlo (porque se hacía en público) e irnos luego a cenar todos.” Y evidentemente, no teníamos nada que perder. Además el amor siempre es maravilloso y presenciarlo en primera persona tiene que ser algo mágico. Y conocíamos a la familia, era un encanto y habíamos estado en otras ocasiones todos juntos. (Ya iréis entendiendo porqué fue la peor pedida de mano de todos los tiempos).

Así que allí estábamos. En la plaza mayor del centro de la ciudad, con cientos de personas paseando por ahí y mi amiga y su familia escondidos entre los desconocidos. Nosotras nos fuimos con ella y nos escondimos detrás de una columna para verlo bien. Los padres del primo estaban al lado de un árbol y el hermano del chico detrás del quiosco. La idea de haber llamado a toda la familia era que como la novia se llevaba increíblemente bien con la familia del primo de mi amiga, quiso llamarlos para que presenciasen ese momentazo, y cuando dijera que sí, irse todos juntos a celebrarlo. (La familia de la novia vivía en otra ciudad, por eso, la familia del chico era prácticamente la suya y lo hacían todo juntos).

En fin, cuando llegaron los dos paseando a la plaza mayor se sentaron en un banco, y de cerca, (no tanto como para que nos vieran), presencié y oí todo. Él se arrodilló y se lo pidió con unas bonitas palabras. Ella, que se quedó petrificada, cuando por fin consiguió reaccionar, le dijo que no, que cómo se le ocurría si llevaban apenas 1 año de relación. Intentó marcharse de allí corriendo pero se pegó un trompazo con un violinista que había justo detrás (de estos que tocan en la calle y que no tenía nada que ver con ellos). Ella pensó que sí, que lo tenía preparado todo y empezó a gritar “no me puedes hacer esto, Dios, llevamos muy poco. ¿Cómo se te ocurre? Y encima en medio del público. ¿Cómo has podido? Contrataste a un músico y todo, ¿en serio? Para que no pueda decirte que no…” seguía gritando la chica. Yo no daba crédito. “No me lo puedo creer”, y cuanto más gritaba más gente se giraba mirando. Algunos grabándolo todo. (No sé cómo no acabó en internet, al menos que yo sepa).


Finalmente la chica se fue y mis dos amigas y yo nos quedamos con cara de “espera, ¿esto acaba de pasar?” Al parecer, días después nos enteramos de que la chica tenía problemas para mantener una relación seria y que no estaba preparada pero coño… Pobrecillo el otro, delante de su familia… (aunque ese dato no lo sabía la otra… y menos mal, sino lo mata ya allí). De verdad, fue la peor pedida de mano de todos los tiempos: «con un simple no hubiera bastado», sinceramente.