En las cosas del follar y del placer parece que la gente cada vez tiene más y más dudas y eso que cada vez tenemos más información, pero claro una se pone a leer por ahí y las posturas más recomendadas a mi me dan a veces mucha risa.
Y os diré porque ameeegas, pues resulta que una tiene menos elasticidad que un chicle congelao, que es más fácil partirme que doblarme, que la última vez que toqué los pies con las manos agachándome fue en el útero, osea tiesa tiesa, e ilusa de mí me puse a probar la postura “pino puente invertida” y mira ME VAS A PERDONAR, pero eso es para gimnastas/circo del sol.
Después de intentar “el buda feliz” “la bicicleta atenuante” y su puta madre, una se da cuenta que en esta vida hasta para follar hay que ser PRÁCTICO y no hay más misterio hijas mías, de verdad que no, y aquí os cuento tres posturas con las que añadiendo pocas variantes podéis conseguir mucho placer, sin dislocaros nada.
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ENCABALGADA O ELLA ENCIMA
Son muchas las pacientes que en consulta me comentan que solo pueden llegar al orgasmo en una postura, y siempre las interrumpo diciéndolés “¿Tú arriba verdad?”, ellas siempre se quedan alucinando como diciendo ¡como lo sabe! Pues amigas mías muy sencillo, ¡porque esta es la postura por excelencia del orgasmo femenino!
Analicémosla detenidamente: la penetración en si puede estar interesante, un mete saca puede dar gustito a ratos, pero como sea un movimiento conejero todas sabemos que la sensación es más de meeehhh, osea como si me tocas un codo. En cambio existen posturas mágicas como esta, donde durante la penetración es mucho más sencillo estimular de forma simultánea nuestro clítoris.
Lo mejor que tiene esta postura es que al estar tú encima, controlas totalmente la situación (que eso de dominar puede ser muy excitante), decides hasta donde entra el pene, porque ya sabemos que si por ellos fuera hasta la garganta y mas allá, y tú decides el ritmo y el movimiento.
Mi consejo para sacarle partido, más que moverte botando de arriba abajo, que sea un movimiento mas de frotamiento hacia delante y detrás, porque de esta forma será mucho más sencillo que puedas frotarte el clítoris con él.
¡Consejo! Si el está depilado de hace poco y tiene esos malditos pelitos que raspan mucho cuidado que de tanto frotarte te puedes hacer dañito.
Si le quieres sacar aun mas partido, puedes usar un anillo vibrador, una bala vibradora, o directamente tus dedos o los de él para estimular tu clítoris mientras realizas esos movimientos pélvicos que ya quisiera Shakira.
De esta forma es mucho más sencillo estimularte todas las partes, tener el control de cómo lo quieres a cada momento y además es súper erótica, al final dependiendo de cada mujer encontrara mas placer probando todas las variantes de esta postura, ya sea más echada encima de él o mas erguida, el caso es probar.
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LA CUCHARITA
Esta es la postura de las comodonas por excelencia, ¿qué hay más placentero que ponerte de ladito mientras tu pareja te abraza y te penetra desde atrás? Pues pocas cosas amigas mías, pocas cosas.
Lo bueno de esta postura es que puedes jugar también con tus piernas, desde ponerte más abierta (dentro de tus posibilidades) hasta mantenerlas totalmente cerradas, apretando al máximo tu vagina y disfrutando del roce.
Mientras tu maromo esta al lío, tu puedes dedicarte a estimularte también la zona del clítoris (dedos o con un juguete que es altamente recomendable), o si ese hombretón se dedica bien a la multitarea que te ayude él entre empujón y empujón.
Además el hecho de estar abrazados y tan pegaditos puede ser muy romántico y erótico a la vez, y el hecho de no estar mirándose a la cara fijamente puede desencadenar muchas fantasías… ahí lo dejo
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EL MISIONERO
Y me diréis ¿¿¿¿el misionero????, pues siiiii, el misionero nenas, esta postura tan criticada e infravalorada por todos, tiene su puntazo y las sexólogas la recomendamos bastante ¡Que lo sepáis!
Pero por supuesto dejando claro una cosa, el misionero en plan activo ehh, no en plan puñetera estrella de mar/muñeca hinchable que se espatarra y simplemente se deja hacer mientras miras al techo pensando en la lista de la compra ¡NO!
El misionero, si estás a lo que estás, puede ser súper placentero y también tiene sus variantes, y siempre si se acompaña de un anillo vibrador o un vibrador de pareja tipo we vibe lo petas:
La primera pues la de toda la vida, te espatarras bien mientras tu chico te penetra, peeeero amiga mía, TE TIENES QUE MOVER, si hija si, tienes una pelvis divina y puedes seguirle el ritmo, esto ayudará a que tu clítoris se estimule y las goces.
La segunda es que puedes cerrar las piernas de forma total o un poco abiertas mientras hay penetración (si se puede, solo es cuestión de ponerse) puedes agarrar a tu chico del culo (que para eso lo tiene) y marcarle el ritmo mientras tú también te mueves.
Al final es ir probando hasta que encuentres el punto que más te gusta, también te permite tener un encuentro cara a cara, donde podéis dedicarle más tiempo a los besos, deciros cositas o simplemente ver la cara de placer del otro.
Siempre que recomiendo alguna práctica sexual, juguete, técnica, etc., me gusta aclarar que esto no son leyes universales, es decir, que aunque todas tengamos más o menos las mismas piezas no en todas reaccionan de la misma forma. Que lo que a una le puede volver más que loca a otras ni fu ni fa.
Por lo que, lo mejor que puedes hacer es entender que los encuentros sexuales son tan diversos como personas, que lo más importante es que estés excitada y que tengas deseo, y para eso lo más importante es tu conexión clítoris-cerebro, que te sientas cómoda con la otra persona, nada de prisas y ¡a disfrutar!
Aida Vallés Psicóloga especializada en Sexología y Terapia de Pareja
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