Cuestión de dialéctica
Soy de las que se le nota todo en la cara, un libro abierto, un espejo del alma.
También soy de las que no me callo ni debajo del agua.
Excepto follando.
Llamadme intensita, pero cuando follo me gusta que el silencio me deje identificar perfectamente la respiración las pulsaciones,los gemidos… ¿fetichismo? No, silencio.
Naturalmente en muchos de los encuentros que he tenido, el silencio no envolvía toda la habitación, baño, o parte trasera del coche. Y es que la dialéctica sexual es algo que me atormenta, por la cantidad de barbaridades que pueden decirse en un momento de calentón. Que oye, cada uno es libre de decir lo que le venga en gana, cuando le venga en gana. Pero curiosamente a mí, defensora del silencio carnal, me han regalado algunas joyas erótico festivas díficiles de olvidar y que seguramente algunas vosotras os suenen :
“Soy lo más grande que has tenido dentro”
Puedo ver mi cara perfectamente agazapada entre la almohada pensando: a ver quien le dice a este chico ahora que nada que decir tengo sobre el tamaño de su pito, pero que la aquí presente tiene juguetes sexuales que varían en tamaño y en forma, y que no es el momento para alimentar su ego ni medir su picha. NO, no es lo más grande.
“Agarra bien el micro nena”
No sé sí este chico en cuestión reconoció dotes en mi como artista y pretendía que me arrancase por bulerías pene en mano, o que me atragantase con el “micro” después de haberme cortado el rollo.
“Nunca hago esto en la primera cita”
Tranquilo del Tinder se sale, de la soberbia nunca.
“La tengo como una croqueta de dura”
Ojo aquí que en lugar de cara de asombro mi cara fue de pena. No sé que tipo de croquetas habría probado este chico, pero normalmente la consistencia de una croqueta es jugosa y cremosa,¡hasta las congeladas!, así que además de entrarme un antojo horrible de croquetas en ese momento, y cortárseme el rollo, me entraron ganas de llevármelo de tapas.
Adoro la libertad de expresión, pero ahora ya entenderéis porqué soy fan del silencio.
