Llevar lentillas está genial cuando quieres prescindir de las gafas por una temporada, sin embargo no está exento de grandes dramas diarios.
- La primera vez que decides ponerte unas lentillas y casi te quedas sin ojos en el intento. Tardas una hora y media en conseguir colocártelas en cada ojo y medio bote de solución única.
- La primera vez que te ves sin gafas y no te reconoces.
- Hasta que lo coges el truco, eres incapaz de reconocer si la lentilla te la estás poniendo bien o del revés. Lo descubres a base de que te piquen a muerte los ojos por ponértelas mal.
- Cuando triunfas inesperadamente y te quedas a dormir en casa de alguien el drama es mayúsculo. ¿Qué hago con las lentillas? ¿Me las dejo puestas? ¿Las meto en un vaso de agua? ¿Y luego cómo me las pongo? ¿Me vuelvo a casa cegata perdida con el vaso en la mano?
- Cuando vas a la playa y se te mete arena en los ojos.
Si decides no llevarlas es peor porque puedes tirarte media hora hasta encontrar tu toalla.
- Cuando abres los ojos en el mar y prefieres que te arranquen los ojos a volverlos a abrir.
- Cuando pierdes una lentilla, vas bizco perdido y no sabes si serás capaz de llegar a casa del mareo.
- Cuando te maquillas, te manchas la lentilla con rímel y parece que te hayas echado betún dentro del ojo.
- Cuando te la colocas mal, la llevas medio torcida y te metes el dedo en el ojo para intentar arreglarlo y la cosa termina en tragedia.
- Qué te pregunten “¿llevas lentillas?”. Y se te acerquen hasta al ojo para comprobarlo.
- Cuando te quedas dormido con las lentillas puestas y al despertar crees por un momento que te has curado y ya no eres miope.
- Cuando te pones las lentillas después de mucho tiempo usando gafas y tienes la sensación de llevar “gafas invisibles” y las llegar a sentir en la nariz y todo.
- Cuando te duchas con agua muy calentita, se hace vaho y las lentillas se te pegan al ojo cual efecto ventosa.
- Cuando te equivocas y te pones la lentilla derecha en el ojo izquierdo.
- Cuando en primavera tienes una alergia tremenda y ves las estrellas cada vez que te intentas poner una lentilla.
- Cuando las llevas caducadas y tienes el ojo reseco a tope.
- Cuando te haces un selfie y compruebas si se nota el contorno de las lentillas.
- Llevas un par de repuesto en los viajes “por si acaso”.
- Cuando la gente que solo está acostumbrada a verte con lentillas te mira mal cuando te pones gafas un día “¿Uy, llevas gafas?”.
- Cuando te das cuenta que puedes bailar hasta al amanecer sin miedo a perder las gafas.
Miopes del mundo ¿cuáles son vuestros dilemas con las lentillas?
