No estoy segura de si esto califica como un follodrama, no creo porque voy a intentar no ser muy explícita, y contarles mi experiencia más bien como algo espiritual. Soy soltera, en mis treinta y pocos, y ya llevé tantos golpes con las citas que hace un par de años desistí de ellas: me divorcié de Tinder, de ir a bares, a clubs, de ojear a mí alrededor por un hombre guapo…

Me harté: después de un macro ego, un chico que me mintió sobre su edad y casi casi me convierte en una delincuente, un tío con mommy issues GRAVES (mi mamá no cocinaría eso así, mi mamá desaprobaría ese vestido, mi mamá va a un sitio donde le dejan el cabello genial) uno se cansa y ¿qué más? Se rinde.

En algún punto me juré a mí misma no volver a someterme a eso, si el tío indicado iba a llegar, pues que llegara y solito. No pensaba mover un solo dedo más por buscarlo.

Peeeero (siempre hay un jodido pero) una tiene necesidades ¿saben? Y muchas. Y más que de darse dedo porque sí, de interactuar con alguien, que hombre apuesto te diga que estás guapa, que te tiene ganas, que halague tus tetas y te diga lo duro que lo pones (a mí me gustan esas cosas). Y un día viendo porno me encontré con un chat de gente que se pone de acuerdo sin más ni menos para follar. Y listo. Más directo que Tinder. 

Decidí darle un chance y conocí a un tío encantador: guapísimo, galán, y con una polla preciosa. Pero le dije que antes de vernos en persona, me gustaría saber si teníamos química. Así que procedimos al sexting.

Me corrí tres veces a punta de audios, videos y fotos. Él se corrió 2. Estuvo increíble, tan increíble que me dio miedo conocerlo y arruinarlo, así que lo bloqueé y lo olvidé.

Pero la semana siguiente, en el mismo chat, conseguí uno parecido, un poco más joven (y también más tonificado) con una polla GIGANTE y la mente más perversa que he conocido nunca. Con ese también la pasé increíble. Y fue así como se me hizo costumbre hacer follamigos en línea. Con todos la he pasado extraordinario y el que no ha dado la talla, pues bloqueado y listo. Sin ninguna cortesía ni incomodidades.

Después de un tiempo decidí desbloquear al primero y ser honesta con él y decirle que no tenía intenciones de conocernos en persona, pero si quería, podíamos seguir jugando así.

A este punto tengo el WhatsApp lleno de tíos guapos, la galería hasta el tope de fotopollas y me encuentro más satisfecha de lo que alguna vez estuve con alguno de mis ex novios.

El lado negativo es que un día de estos voy a terminar en alguna página porno ya que medio Madrid tiene fotos y vídeos de esta servidora desnuda y haciendo indecencias, pero para ser honesta tampoco me importa. Por primera vez en mucho tiempo me la estoy pasando bomba.

Tengo un follamigo online para cada día de la semana. Puede incluso que llegue a la quincena.

Lola Lolita