Me enamoré de mi cuñado y salió mal

(Relato escrito por una colaboradora basado en la historia real de una lectora)

 

A lo largo de mi vida me he enamorado solo tres veces. La primera salió así asá porque era muy joven y muy intensa y muy todo lo que pide la adolescencia, pero aprendí mucho y me quedó un recuerdo bonito. La segunda fue unos años más tarde, cuando me enamoré del que poco después se convertiría en mi marido. Fuimos muy felices juntos, pero un día se acabó. Concretamente el día que lo pillé acostándose con otra en nuestra cama. Y la tercera todavía me dura… mi corazoncito aún no ha sido capaz de desalojar al objeto de nuestro amor. El problema es que ni es correspondido ni ha sido una situación sencilla. Porque esa tercera vez me enamoré de mi cuñado. Y salió mal, penoso, tirando a fatal.

Si es que la culpa la tengo yo, por no haberlo sabido evitar al principio, y por haberla cagado a lo grande después.

Me enamoré de mi cuñado y salió mal
Foto de Engin Akyurt en Pexels

Tenía que haberme dado cuenta de lo que me estaba pasando y haberlo parado a tiempo. Por lo menos con el tiempo suficiente como para no involucrarme con él. No es que podamos elegir el camino que toman nuestros sentimientos, pero sí las elecciones que hacemos, los pasos que damos. Y si yo me hubiera guardado este enamoramiento para mí sola, sería todo mucho más fácil. Pero no, para cuando me percaté de lo que sentía, ya iba tan sin frenos y cuesta abajo, que no hubo nada que hacer.

Sé que me metí en ese jardín por mi propio pie, sin embargo, no puedo evitar culparle un poco a él, el hermano de mi exmarido. Ese que pasó de ser un familiar prácticamente ausente, a un tío implicado en la relación con su sobrino. De verdad que fue como conocer a una persona diferente. No es que antes me cayera mal, solo es que no le conocía de mucho más que de los eventos familiares y las comidas navideñas.

 

Me enamoré de mi cuñado y salió mal

 

Entonces, el que era mi marido y padre de mi hijo de apenas tres años, me fue infiel. Y su hermano se portó tan bien conmigo y con mi niño que, de alguna manera, dejé de ver al cuñado y empecé a ver al hombre. ¿Siempre había sido tan atractivo? No lo sé. Como tampoco sé cómo no me había dado cuenta de lo amable y cariñoso que era con nosotros.

Después de la separación fue el miembro de la familia que más tiempo pasaba con el niño. Pero no solo eso. Tomó partido de forma evidente, se enfadó con su hermano por cómo se había comportado y se volcó en ayudarnos con el proceso de separación y lo que ello conllevaba. Entre otras cosas, montó estanterías, colocó portalámparas y se llevó a mi hijo al parque para que yo pudiera organizar la mudanza o hacer algunas gestiones cada vez que lo necesité.

Me enamoré de mi cuñado y salió mal
Foto de Ketut Subiyanto en Pexels

Una mañana me levanté y lo vi claro, estaba pilladísima. Puede que, además de pillada, estuviese emocionalmente inestable, dolida y muy vulnerable. El caso es que fui a por él, de cara y sin paños calientes. Estaba convencida de que él también sentía algo por mí.

Luego resultó que no. Me rechazó. Me dijo que ojalá fuese de otra forma, porque me tenía mucho aprecio, pero que él no tenía ningún sentimiento romántico por mí. Aunque cometió el error de confesar que le atraía un montón.

Así que me agarré a eso, pensando que el resto podría llegar en cualquier momento. Le convencí de que yo no iba buscando una relación seria, solo pasarlo bien. Creo que lo que le dio la puntilla fue apelar al enorme daño que su hermano había hecho en mi autoestima.

Me avergüenza muchísimo, pero es muy posible que accediera a liarse conmigo por pura y simple pena.

 

Me enamoré de mi cuñado y salió mal

 

Fuera como fuese, nos convertimos en una especie extraña de follamigos. Él seguía viniendo a menudo a pasar el rato con el niño. Seguía ayudándome con todo lo que le pidiese. Y, cuando nos lo podíamos permitir, nos liábamos como si no hubiera un mañana. Era tan emocionante, jamás había tenido una relación secreta. Ni nunca me había sentido así, tan plena. Incluso cuando solo le tenía a ratos y cuando se suponía que lo nuestro no significaba nada para él.

Yo no me lo creía. Tenía que sentir algo si no se liaba con otras, además de que era un tío demasiado íntegro para enrollarse con la exmujer de su hermano y madre de su sobrino. Me obsesioné tanto con esa idea y con él mismo, que empecé a desear más de lo que me había dicho que me podía dar.

Y tanto lo deseaba, que empecé a delirar con que ya lo tenía.

Me enamoré de mi cuñado y salió mal
Foto de Alena Darmel en Pexels

Porque tuvo que ser uno de esos delirios lo que me dio cuando, en plena pelea con mi ex, se me ocurrió tirarle en la cara que llevaba meses acostándome con su hermano pequeño.

Solo hicieron falta unos segundos y un puñado de palabras para joderme la vida. La precaria relación que tenía con el padre de mi hijo empeoró aun más. Pero lo peor fue que provoqué, no solo el enfrentamiento entre los dos hermanos, sino también una crisis en su familia que, en consecuencia, afectó a la de ellos con mi hijo. Además de que, por supuesto, también le perdí a él. Por lo que ahora me encuentro más sola y perdida que cuando me separé y él estuvo ahí para para levantarme.

 

Anónimo

 

Envíanos tus vivencias a [email protected]

 

Imagen destacada