La felicidad está en números rojos, curiosamente del mismo rojo que te pones en los labios las noches que quieres que sean eternas y buscas en los bares consuelo en un vaso de cristal con una rodaja de limón que hace más agrio el sabor a fracaso, y aun así te encanta. 

 

Me encanta que seas capaz de engañar al mundo con tu sonrisa, y todos crean que estás bien, aunque por dentro solamente tengas ruinas.

Me encanta la facilidad que tienes para mimetizarte con las situaciones, y tener siempre la expresión correcta para cada momento, y así nadie se pueda enterar de que es lo que te pasa.

Me encanta que te sueltes el pelo, que digas que eres libre y por las noches vuelvas a tu jaula.

Me encanta cada uno de los consejos que das al resto mundo para que logren olvidar, pero luego, tú vives en un eterno recuerdo. 

Me encanta que digas que nunca nadie pudo hacerte daño porque eres fuerte, y mientras hablas tapas tus heridas con excusas empapadas en ese último gin-tonic que no debiste beber.

 

Me encanta todo eso de ti y mucho más, pero no porque te desee el mal, sino por ser yo el único que realmente sabe quién eres por dentro. 

 

Soy el único que intenta levantar un nuevo sitio donde refugiarte y sentirte a salvo en medio de las ruinas. 

Soy el único que conoce tus 13 sonrisas para el público y también la 14 que es la verdadera.

Soy el único que tiene la copia de la llave de tu jaula, y que se sienta contigo en ella, esperando que te des cuenta que eres demasiado maravillosa para tener miedo. 

Soy el único que quiere sacarte de la espiral de recuerdos e historias del pasado en el que vives y enseñarte que el mundo no se para por un golpe y que ni un batallón entero es capaz de tumbarte. 

Soy el único que conoce tus cicatrices y está enamorado de ellas, pues ellas te han hecho así.

 

Soy el único al que has dejado entrar en tu fortaleza. 

Soy el único que realmente sabe quién eres y no quien intentas ser.

 

¿Y sabes qué? estaré contigo, queriéndote por los dos hasta que logres ver que eres imperfectamente perfecta y besaré tus cicatrices, hasta que puedas ver lo bonita que te hacen.

Eres todo lo que dices no ser, y en el fondo no quiero que seas esa de la que hablas, porque tú cariño mío, siendo tal y como eres, ME ENCANTAS.