MI FAMILIA QUIERE DAR A MI PERRO EN ADOPCIÓN

En mi casa siempre tuvimos mascotas. Más concretamente, perros. También hubo algún que otro gato, pero sobre todo perros. Cuando era pequeña, fui con mi padre en dos ocasiones a la protectora de animales, y adoptamos a dos peludos a los que quise con locura. Fueron pasando los años, y yo fui creciendo con mis pequeños. Hasta que, hace un tiempo, dejaron este mundo para irse al cielo de los perritos. 

perros

Aunque fue duro, nuestra decisión más inmediata fue adoptar otro perro. Esta vez yo ya era más mayor, y le cuidé desde el principio con mucha más implicación. Le dedicaba más tiempo, lo eduqué, y sobre todo le di mucho amor. Para mi este perro se ha convertido en algo esencial en mi vida, un miembro más de mi familia. Sacrificaría muchas cosas por él, y aunque sé que mucha gente no comparte esta forma de ver las mascotas, para mí es mucho más importante que algunas personas que están en mi vida.  

La cosa es que yo he tenido que irme de casa por trabajo, así que ahora son mis padres los que tienen que hacerse cargo del perro. Ellos eran los primeros que quisieron tenerlo, y en principio no habría problema en que se encargaran de su cuidado. El problema es que mis abuelas se están haciendo mayores, en especial mi abuela materna, que se ha puesto bastante enferma últimamente, y mis padres tienen mucha carga familiar a raíz de toda esta situación. Tanto es así, que han llegado a un punto en el que me han dicho que no dan abasto y que tendrán que buscar a alguien que cuide de mi perro, o darlo en adopción. 

Cuando me han contado esto a mí casi me da un patatús. Como os digo, para mí, mi perro es un miembro más de mi familia, y deshacerme de él sería como deshacerme de una parte de mí. Lo primero es pensar en el bienestar del perro, pero yo no estoy dispuesta a alejarme de él, o a que se vaya de mi casa. Obviamente si mis padres no pueden hacerse cargo de él, y son ellos los que se han quedado con el marrón, tengo que responsabilizarme y tomar cartas en el asunto.

Y yo me traería al perro encantada a vivir conmigo, pero sería sacarlo de una casa con jardín para meterlo en un piso enano en medio de una ciudad grande. Él está acostumbrado a pasear prácticamente libre en el campo, y ahora tendría que encerrarlo en un apartamento. Que por otro lado pienso que es mejor así a que acabe otra vez en una protectora donde probablemente tendría mucho menos espacio y menos atención.

perro

Incluso me he planteado mudarme a las afueras de la ciudad, o incluso a un pueblo que esté a una hora de mi trabajo, e intentar alquilar alguna casita o algún piso que tenga algún espacio donde el perro pueda correr un poco. También pensé en pedirle a una amiga, la cual tiene una finca, que se lo quede durante un tiempo.

Desde luego, lo que no me parece normal, es que mis padres se planteen dárselo a quien sea tan a la ligera. Como si fuese un mueble que ya no usamos y que nos ocupa mucho en casa.

Yo, sin duda, voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que mi pequeño esté bien y se quede cerca de su familia.

Cuidad mucho de vuestras mascotas, pensad que lo sois todo para ellas. 

 

Lovely Rita