Dramamá: Mi madre me ha pedido un sueldo y me ha puesto ciertas condiciones para cuidar a mi bebé
Hace seis meses que me convertí en madre de una nena más bonita que aquellas pesetas que apenas recuerdo. Qué os voy a decir, supongo que todas las madres pensamos que nuestros pequeñines son los más lindos del barrio.
Bueno, cuando nació la verdad es que me pareció bastante feusca, pero ahora la encuentro preciosa y adorable.
Es que además es una niña muy buena y fácil de criar, y creo que eso ayuda a que la tenga absolutamente idealizada.
Y yo ya he terminado mi baja, mi permiso de lactancia y los días de vacaciones que me correspondían, por lo que, me guste o no, en cuarenta y ocho horas me incorporo a mi puesto de trabajo.
Hasta el momento, mi pareja y yo nos hemos arreglado bastante bien, obvio, conmigo de baja era fácil. Pero a partir de ahora será bastante más complicado.
Esto lo sabíamos desde el principio, obviamente también. Sin embargo, estaba relativamente tranquila porque mi madre lleva diciéndonos desde que nació su nieta que podíamos contar con ella, que dejásemos la guardería para cuando tuviese al menos un añito, por esto de la pandemia y tal.
Mi marido no estaba muy de acuerdo, pero la verdad es que a mí la sugerencia me gustó. Creo que mi niña estará mejor con mi madre que con una desconocida o en una escuela infantil. Sin ánimo de desmerecer ninguna de las alternativas. Es solo que me parece que no hay nadie mejor para ayudarme a criarla que la mujer que me crio a mí.
Sobre todo, teniendo en cuenta que es ella la que se ha ofrecido y la que nos ha insistido en ello en numerosas ocasiones. Cabe destacar también que está prejubilada, que tiene sus gastos más que cubiertos y que vive a dos calles de nuestra casa en su piso libre de hipoteca.
Pues bien, a pocos días de mi incorporación y de haber perdido la opción de tener plaza en las escuelas infantiles cercanas, mi madre me ha dicho que tenemos que acordar los términos de su función como cuidadora.
Así, de repente y sin haber hecho ningún comentario en esa dirección durante todos estos meses, me ha dicho que ‘acepta’ ayudarnos con la niña, pero debemos entender que para ello hay que establecer unos términos.
Vamos, que mi madre me ha pedido un sueldo y me ha puesto ciertas condiciones para cuidar a mi bebé.
Ha dejado caer que por menos de quinientos euros el sacrificio no le compensaría (las tarifas de las guarderías que consulté en su momento eran más económicas e incluían la comida). Así como un horario cerrado y unos tiempos de preaviso en caso de que mis turnos laborales sufran cambios. Quince días de vacaciones pagadas en Navidad, más un mes en época estival sin derecho a sueldo. Ha añadido que no hará ningún tipo de labor doméstica, salvo las relacionadas con el cuidado y alimentación de la niña. Ah, y que paseos y eso sí (siempre y cuando no haga demasiado frío), pero que al parque la llevamos nosotros. Ella la cuidará en casa, que ya tuvo su época de parques con mi hermano y conmigo.
Os juro que estoy en shock.
Entiendo que ella ya ha tenido sus propios hijos. Que tiene su vida y que no tiene por qué renunciar a ella para hacerse cargo de mi hija mientras yo no puedo. Pero es que solamente tenía que haberlo dicho. Es decir, nadie le preguntó, en realidad; fue ella la que insistió en que estaba disponible y encantada de hacerlo.
Entonces ¿a qué viene todo esto ahora? Me quedé tan flasheada mientras me iba soltando la bomba que no fui capaz de preguntárselo.
Así que ahora no me queda otra que aceptar sus condiciones o pedir una excedencia en el trabajo, porque ya no tengo margen para buscar otra alternativa. No al más corto plazo, al menos.
Y, para más inri, debo bregar con la opinión de mi marido al respecto, con escucharle decir que si le hubiera hecho caso no tendríamos este problema y con la sensación agria que me ha dejado la actitud de mi madre.
Dramamá: Mi madre me ha pedido un sueldo y me ha puesto ciertas condiciones para cuidar a mi bebé
No por sus reticencias o lo que sea que le ha dado, insisto, sino porque yo jamás le pedí que lo hiciera. Por lo que no entiendo su cambio repentino de actitud ni que haya esperado tanto para comunicármelo.
Me duele pensarlo, pero yo creo que, o bien alguien le ha comido la cabeza, o bien se ha dado cuenta de que no le apetece una mierda dedicar tanto tiempo a ocuparse de su nieta y se ha marcado este farol para que sea yo la que no acepte y la libre de ello.
Sea como sea, estoy flipando muy fuerte.
Anónimo
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