Tal y como te lo cuento, mi primer novio es homosexual.

Cuando tenía 15 años me enamoré perdidamente de un chico de mi edad, vaya, mi primer amor. Lo típico, ya sabes, piensas que te casarás con él, piensas en los nombres de vuestros hijos, donde viviréis y toda esa fantasía.

Claro, fue mi primer amor, estaba loca por él y mi reacción cuando él salió del armario fue terrible y espantosa.

Éramos niños, si, pero estuvimos más de 3 años juntos y te prometo que para mí, aquel chico era mi alma gemela. Dibujábamos juntos, hablábamos durante horas y sentía que podía contarle absolutamente todo.

Antes de cumplir los 18 años mis amigas ya se empezaron a quejar de que sus novios las presionaban para que se acostaran y yo no podía estar más feliz. Mi novio jamás me presionó para tener sexo, tan si quiera intentaba meterme mano. Yo le consideraba el mejor novio del mundo porque me respetaba de una manera increíble. Claro, como no me iba a respetar, el chaval no quería ver una teta ni en pintura.

El caso, que durante mi primer año de universidad mi novio terminó la relación y yo me sentí totalmente destruida.  Ya sabes cómo es la primera ruptura, el mundo se acaba y sólo deseas morir.

Y la cosa no mejoró cuando me enteré de que el compañero de universidad que tenía en la fila de delante, era la actual pareja de mi primer amor.

En menos de dos meses, mi primer novio me rompió el corazón en mil pedazos, salió del armario y se echó novio. Y mira tú por dónde tenía que ir conmigo a la puta universidad.

Me comporté fatal, me sentía engañada, estafada, sentía que todo lo que había vivido con mi primer novio había sido una mentira. Podía sentir cómo aquel compañero de clase se reía por dentro como si fuera la más pringada del sarao.

Y ante tales sensaciones, desarrollé una actitud rabiosa contra el que había sido mi primer novio, le lanzaba comentarios sarcásticos hirientes, le insulté y descargué toda mi ira y mi sed de venganza contra él.

Algo de lo que me siento totalmente avergonzada. A fin de cuentas, él fue el mejor primer novio que pude haber tenido. Homosexual o heterosexual, fue mi mejor amigo durante muchos años y nos acompañamos durante la adolescencia, compartiendo batallas e ilusiones durante más de 4 años.

Quizás no fue el alma gemela que yo esperaba, pero sí fue el alma gemela que necesitaba, siempre estuvo a mi lado para ayudarme a seguir soñando en grande y mi adolescencia fue preciosa gracias a que tuve a un gran amigo a mi lado.

Creo que mi reacción, fue una reacción bastante habitual y normalizada, pero no por eso fue la correcta.

Pasé muchos años con una persona a la que creía conocer y de un día para otro nos pusimos en contra, como si uno de los dos tuviera que ganar al otro.

Me da pena, porque es precisamente en esos momentos de descubrimiento, cuando un amigo más necesita las personas de su entorno.

Ser consecuente con tu sexualidad, en muchos casos no es nada sencillo y mucho menos lo es, sentir continuamente esa presión por demostrar ser algo que no eres.

Ser su novia quizás es lo mejor que pude haber hecho durante todos aquellos años para quitarle toda aquella presión de encima, para hacerle sentir normal durante un periodo de crecimiento personal, que sin duda, es terriblemente duro y cruel para muchos.

¿Me utilizó? Puede que así fuera, pero mira, éramos un par de adolescentes que nos estábamos descubriendo a nosotros mismos y es muy complicado tener claro desde los 14 años quien eres.

El dolor y tomarnos todo de manera personal nos lleva a cometer injusticias. Tenemos la mirada puesta en lo que nos duele y no podemos ver más allá, no podemos apreciar la totalidad de la historia.

Mi mejor amigo por fin se atrevía a ser sincero consigo mismo y tuvo el valor de vivir acorde a su realidad. Y yo, lo único que pude hacer, fue castigarle por ello.

Ojalá que el dolor no me hubiera condicionado y poder haber estado ahí para mi mejor amigo y haberle cogido de la mano mientras me contaba como él conoció a su primer amor.

M.Arbinaga