Nombre: Mariana

Edad: 34 años

Situación sentimental: Arrejuntada

Ocupación: Madre a tiempo completo

 

Esa es mi ficha y, sí, esa es mi ocupación.

El puesto de trabajo que ocupo en la actualidad y desde hace algo más de tres años, es el de MADRE. No soy desempleada, ni ama de casa, ni estoy de baja, ni me encuentro en un impasse vital. Me dedico a ser madre. Aunque decir ‘a tiempo completo’ es quedarse muy pero que muy corto. Mi trabajo es ser madre 24/7 ¿algún problema? ¿A que no? Pues perfecto, todos contentos entonces. Ya me encargo yo de seguir lidiando con aquellos a los que mi situación les supone un problema. Aclararé que entre esa gente a la que les parece mal, no estoy yo, ni mis hijos, ni mi pareja ni nadie que me importe. Ni nadie que tenga voz ni voto en las decisiones que tomamos en mi familia.

Ahora ya paso, pero, al principio, explicaba las circunstancias que nos habían llevado hasta aquí cuando alguien me lo preguntaba, con más o menos educación. Ponía mi mejor cara de ‘entiendo que te provoque curiosidad’ y les contaba la movida. Todo ese rollo de que he tenido tres hijos en un tiempo récord. Que al inicio me reduje la jornada y nos dejábamos lo que me restaba de sueldo, y algo más, en la escuela infantil y la gasolina que gastaba por tener que ir corriendo de un lado al otro. Que lo valoramos durante mucho tiempo y que lo tuvimos cristalino cuando se me terminaba el permiso de maternidad del segundo. O lo de que nos dolía en el alma perdernos la infancia de nuestros hijos cuando ni siquiera nos compensaba económicamente.

A veces también aclaraba cuestiones como que no me echaron del trabajo por haber tenido hijos. Otras, que no me aflige el tema ni echo de menos ‘trabajar’. Tampoco tengo miedo a desactualizarme y que eso ponga en riesgo mi futura reincorporación al mercado laboral.

 

Porque, por extraño que le pueda parecer a todo el mundo, estoy bien así. He aceptado lo que esto conlleva e incluso lo de, como me han dicho algunos, estar dejando en manos de mi pareja mi capacidad económica. Cosa muy a tener en cuenta en caso de separación. Más cuando no hay un vínculo matrimonial de por medio. Bueno, lo asumo. En este momento la cosa está así y el arreglo nos va bien. Vivo agotada, pero como casi todos.

Porque no, para aquellos que me dicen la suerte que tengo de estar en casa ‘tranquilita y a mi bola’, no. No estoy de vacaciones permanentes. Estoy trabajando de madre al 100 %. Y me pueden creer que, aunque el mayor ya va al colegio, mi trabajo es cualquier cosa menos tranquilito.

Reconozco que hay días que me cago en todo. En ocasiones me pregunto cómo se me ocurrió que era buena idea y me planteo buscar otra solución. A veces siento que no puedo más. Lo cual también me ocurría cuando trabajaba fuera de casa y por cuenta ajena. Pero, en general, estoy más que satisfecha. Mis hijos solo van a ser pequeños una vez, esta fase pasará y yo volveré al mercado de una forma u otra. Nunca he tenido una ambición laboral más allá de la de ganar un sueldo y he trabajado de mil cosas diferentes. Lo que me preocupa ahora mismo lo tengo cubierto y lo que tenga que ser mañana, mañana será.

 

Hoy por hoy estoy en casa con mis niños, disfrutando de ellos y gestionando como mejor puedo este trabajo que en teoría no es un trabajo, aunque no me deja tiempo para nada más. De lunes a domingo, sin vacaciones ni sueldo y con gran parte de la sociedad en contra, por lo visto. Pero también feliz y contenta de desempeñar esa labor.

 

Alicia

 

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