Como dice el título, no, no tienes una 38, tampoco tienes una 36 ni una 40, probablemente ni una talla 42, y yo digo, ¿qué más da?

Nos pasamos la vida mirando revistas, viendo blogs de moda y fotos de influencers en instagram, y por alguna absurda idea queremos ser iguales que ellas, ¿por qué?

Yo hoy vengo a contaros que me he pasado la vida siendo la «más grande» de mi grupo de amigas, porque claro, decir la palabra gorda está feo, entonces siempre me han dicho «no, es que tu eres muy grande», pues mira, sí, lo soy y en muchos sentidos, al igual que el típico de «que guapa eres…de cara», pues mira, sí, también. ¿Por qué si eres guapa de cara no puedes ser guapa de todo lo demás? ¿O por qué hay que puntualizar? Todos y cada uno de nosotros tenemos algo que nos hace especiales, y ya va siendo hora de aceptarlo.

gata aristogatos

En mi caso, siempre he sido un poco yo-yo, he ido bajando y subiendo de peso a lo largo de toda mi vida, nunca me he podido poner una talla 36 (si no cuentas cuando era una niña) y siempre me ha costado encontrar partes de arriba de mi talla, porque mi santa madre me dio una buena genética, y claro, te agobias. Cómo le dices a la gente que no te vale la ropa que te ha regalado, que tú necesitas una L o una XL o una XXL o la talla que sea pero que lleva la maldita letra «L».

Por eso decidí hace muchos años que nadie me regalase ropa, eso me hace extraña, ¿a qué chica no le vas a regalar ropa? Pues mira, a una chica que cada vez que le han regalado ha tenido que ir a devolverlo y dar mil explicaciones porque no le valía la talla, y por alguna estúpida razón lo pasamos mal.

Entonces viene la segunda parte: las dietas y el gimnasio, está genial cuidarse y hacer ejercicio, es super sano y necesario por miles de cosas, al igual que leemos, escribimos o vemos series para entretenernos, también hay que hacerlo con el cuerpo, eso está claro, y sobretodo ¡no pasar vergüenza por hacerlo! Yo he tenido épocas de ir al gimnasio varias semanas seguidas y épocas donde por diversas circunstancias de la vida no he podido ir, épocas donde la lechuga y todo lo verde eran mis mejores amigas y épocas donde me apetecía cenarme una hamburguesa. Y en todas esas épocas seguía siendo yo, yo y mis circunstancias y yo y mis kilos.

chica mirandose en un espejo

¿Pero sabéis qué? Hace poco descubrí una cosa, y es que llega un día, no tiene porque ser hoy ni mañana, ni a lo mejor este mes, en el que te mirarás al espejo y te darás cuenta de que eres como eres, que no vas a tener nunca el cuerpo que la sociedad te pide que tengas, pero no por ello vales menos o eres menos, estás sana y bien, tienes fuerza, resistencia y ganas de vivir.

¿Y sabes qué más? Tú eres única.

Fdo: @flowers_trips