Pues, como diría la gran I.P. (para las ancianas como yo que veíamos ‘Aquí hay Tomate‘), HOY QUIERO CONFESAR.

 

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Hoy quiero confesar que ME ENCANTA que la gente se engorde. Me explico: no es que yo quiera que acabemos todos muriendo con 300 kilos, presos de la gula y los Big Macs, ni mucho menos. Y no, no estoy a favor de contribuir a seguir fomentando la obesidad en el mundo, que es un problema muy serio, no es nada de eso. No me encanta que se engorde la gente así, en general, me encanta que se engorden CIERTAS PERSONAS.

A mí lo que me gusta es ver que todas y todos esos impresentables hijosdesupadre que pasaron años riéndose de mí por estar gorda, AHORA ESTÁN GORDOS ELLOS/AS.  Que sí, que soy el demonio hecho gorda, pero lo disfruto.

Me van a perdonar, pero a toda esa gente que alguna vez me humilló en público, esa gente que llegó a insultarme tantas veces, que llegó a hacerme llorar con su mierda de comentarios gordófobos… ahora les digo: QUE SE JODAN. A los tíos que te rechazaban por gorda y ahora no se ven la churra desde 2010 debido a esa barriga que les ha salido: QUE SE JODAN.

Porque, como dice el refrán, ‘a todo cerdo le llega su San Martín’ y a ‘todo gordófobo le llega su cambio de metabolismo’. Que hoy pesas 50 kilos a pesar de jartarte todas las tardes de palmeras de chocolate, pero tranquila, que ya te pasará factura todo eso. Algunos se creían invencibles por tener una genética mejor que la mía, pero la celulitis nos llega a todas, cari, y la barriguita cervecera les llega también A TODOS. Y que antes estabas una semana a dieta y bajabas los 2 kilos que cogías en vacaciones, y ahora para perder uno te cuesta la misma vida: JA! ¿Ahora quién se ríe de quién?

Yo sé que está feo reírse de estas cosas -les pido por favor que me perdonen por ser humana-, pero no lo puedo evitar. Y no es que me ría porque estén gordos en sí, sino por la situación, porque estar gordos era algo que ellos odiaban y que pensaban que era lo peor que podía pasarles en la vida. ¡Y por eso se dice que nunca escupas pa’rriba!

Porque en su día toda esa gente que tan mal te lo hizo pasar por tus kilos de más y tu metabolismo chungo absorbetodo ahora, llegados los 30, se dan cuenta de que la mala vida y la mala alimentación pasa factura a todo el mundo, y quizá ahora entiendan por qué a ti siempre te ha costado adelgazar mucho más que al resto. E incluso teniendo una vida sana, se cogen kilos PORQUE SÍ, porque la vida es así de puta, o porque te quedaste embarazada y no has podido volver a tener tu cuerpo de los 20. Y NO PASA NADA, es normal, pero ahora, a lo mejor, esos que antes se reían de nosotras por estar gordas, ahora puedan comprendernos, aunque sea un poquito.

Y por eso, queridos niños, no hay que burlarse ni meterse con la gente por estar gorda (bueno, ni por nada, en realidad) porque el día de mañana podrías ser tú quien se encuentre en esa situación, y ya veremos qué puta gracia te hace. Además, lo bueno de haber sido gorda siempre es que ya has aprendido a llevarlo con gracia y estilo, cosa que probablemente los nuevos gordos no sepan hacer, y eso les jode más aún.

Así que yo lo siento, chicas, pero me encanta. Es un pecado mortal, lo sé, pero no lo puedo evitar: me llena de orgullo y satisfacción ver cómo el karma hace su trabajo, especialmente con la gente que en su día fue muy mala jijijijiji.

¿A ustedes no les pasa?