Mi novio y yo hemos tenido siempre una relación “normal” o lo que sea que se considere normal.  (Que ya no lo sé). Pensaba que todo estaba bien. En realidad si estábamos bien. Demasiado bien… Tanto que llegó un momento en que nuestra relación era monótona. Y hay que joderse, porque ni si quiera era aburrida.  Siempre hemos sido muy activos en todo, con los amigos, la familia, los trabajos o follando. Un fin de semana lo mismo nos íbamos de acampada, que al finde siguiente quedábamos con su familia, o nos quedábamos el finde en casa sin hacer nada. Solos los dos, Netflix and Chill como suelen decir, o a veces solo Netflix.

 

A veces discutíamos, pero siempre hemos tenido buena comunicación. No tenemos problemas económicos. Tenemos buenos trabajos y buena vida. Supongo que eso nos empezó a parecer demasiado monótono. No sé… La cuestión es que viendo una peli un día, la pareja de la historia decidió montar un trío para divertirse. Y mi novio y yo hablamos de ello en plan gracioso. Más que nada porque ni a él ni a mí nos gustaba eso de compartirnos. Pero bueno… Yo bromeé con hacer un trío con dos hombres, él con dos mujeres aprovechando que mis gustos son amplios. Pero ahí quedó todo. El problema es que eso siguió en nuestras cabezas hasta que al final tuvimos “la conversación”.

Queríamos probar… Nuestra relación era sólida, y pensamos que podía ser buena idea. No es que lo buscáramos, pero acordamos que si surgía de alguna forma, no lo evitaríamos. Y un día entró Marcos.

Marcos era un amigo de él, de toda la vida que se veían poco porque él es de los que tiene furgoneta y viajan por ahí. Una noche de cena acabamos Marcos y yo solos tomando algo porque mi novio tenía que trabajar al día siguiente y nos había dejado solos. Entre cervezas y risas le conté que mi novio y yo queríamos hacer un trío. No pretendía que fuera una proposición de verdad. Sólo un comentario más entre amigos. Mi mejor amiga también lo sabía y no se había ofrecido, así que no me pareció que hubiera ningún problema en decirlo sin más. Pero él se ofreció. Y se ofreció tanto que llamó a mi novio y le preguntó de verdad, (no quería que fuera una excusa mía para follar porque Marcos es muy cuidadoso con eso y jamás se hubiera follado a alguien con pareja). En cuanto mi novio se lo confirmó, Marcos se volvió a ofrecer. Y cuando me quise dar cuenta unos días después estábamos los tres en el salón de casa dándolo todo.

Era mi primer trío con dos hombres, y os voy a decir una cosa… Jamás me he sentido tan atendida en mi puta vida. Que si, que amo con locura a mi novio. Pero… Joder, es que no sabéis lo que es sentirse el centro del universo. Y el morbo que me dio. Mi novio siempre fue muy atento, de los que si yo no me corría antes o después hacía lo que hiciera falta. Pues Marcos resultó igual… Así que al final me junté con dos hombres que se desvivían por darme placer.

 

O sea…

 

¡Jodida maravilla dónde las haya!

No os voy a negar que la primera vez los nervios me comían viva. Tenía las típicas dudas obvias de: ¿Y si resulta que es mala idea y luego rompemos? ¿Y si luego es raro? ¿Y si me gusta con dos? ¿Eso es que no me gusta mi novio?

Los nervios estuvieron conmigo hasta un par de horas después del primer trío. Pero en nuestro caso salió bien. Marcos se adaptó perfectamente, nada de incomodidad después. Mi novio y yo lo hablamos una vez que Marcos se fue y tampoco había molestia de ningún tipo. De hecho aunque parezca antinatural para algunas personas, resulto que a mi novio le había encantado verme con él. A mi debería haberme molestado eso, pero me dio morbo que me viera con él.  Pero ninguno de los dos teníamos ni resentimientos ni celos ni nada. Estaba tan acostumbrada a lo que me habían dicho de las parejas, que casi me sentí culpable de no sentirme culpable.

Había sido una noche más de diversión (de la buena, de la muy buena, ya os lo digo). Mi novio y yo no hablamos de repetir, la verdad. Pero solamente porque no lo consideramos oportuno. Pero volvió a ocurrir… Y otra vez, y otra más.

Al final Marcos se ha convertido en la tercera pata del banco al que llamamos de vez en cuando y que a veces se tercia que acabamos follando y a veces no. El no quiere líos raros, y a nosotros nos gusta así. Reconozco que es raro… Pero a nosotros dos (o tres) nos funciona.

¿Hubiera funcionado con alguien más que no fuera el amigo de mi novio? Ni puta idea, quizás simplemente si hubiera sido otro u otra no nos hubiera gustado o no hubiéramos repetido.

Quien sabe… La cosa es que siempre pensé que tres eran multitud, pero va ser que no.

 

Anónimo

 

Envía tus movidas a [email protected]