Soy fanática del champú en seco. Antes de que por fin se hiciera famoso en España, lo compraba en Londres. Y para mi es uno de los inventos más maravillosos que ha podido hacer el hombre.
Las que tenéis poco pelo y además no es graso, quizás no me entendéis, pero soy la típica que cuando va a la peluquería nadie quiere atenderla y tienen que secarle el pelo entre dos o hasta tres peluqueras. Sí, tengo muchísima cantidad, y cada vez que tengo que lavarme el pelo sé que voy a echar un par de horas mínimo entre lavar, secar y peinar. Y no siempre apetece, o no siempre dispongo de tanto tiempo para salir perfecta de casa. Así que tirar de champú en seco es un imprescindible en mi vida, y especialmente en los viajes.
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Hasta ahora compraba el champú en seco tradicional, que me va de lujo para quitarme la grasilla pero que deja esos restos de polvillo blanco que a veces pueden parecer caspa y es casi peor el remedio que la enfermedad. Si eres rubia o tienes el pelo claro, no pasa nada, pero hace poco que vuelvo a ser castaña y ese polvillo blanco era mi pesadilla.
Entonces me enteré de que Batiste (mi marca favorita, calidad precio es la más top sin duda) tiene una gama especial para chicas con el pelo castaño.
Me ha enamorado locamente. Porque funciona igual o mejor que el de toda la vida, pero es que además huele increíble y encima aporta un toque de color. Por lo que adiós polvillo blanco, y hola tapar raíces. ¿Puede haber un producto mejor? Ya te digo yo que no.
Es perfecto para salir del curro después de un día duro e ir con el pelo más fresco a tu cita. Indispensable en tu maleta de viaje para evitar lavarte el pelo tan a menudo fuera de casa. ¡Lo amo!
Puedes comprarlo aquí por 2,99€ con envío gratis y en 24h. Fantasía.
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