Hoy quiero confesar que estoy enamorada que soy un poco pobre y que estoy empezando en el mundo del maquillaje. Así que claro, imaginaos a una persona como yo, que no tiene ni idea y que cuando le hablan de MAC, Clinique y marcas varias le tiembla el bolsillo.
Me veo mogollones de vídeos de Youtube viendo cómo la gente se maquilla en seis minutos con una raya perfecta y un maquillaje impoluto y siempre pienso en cuánto aguantará todo eso en la cara, porque no sé vosotras, pero yo tengo la piel medio mixta (se me ha puesto más «normal» desde que uso Efaclar de La Roche Posay) y los brillos me acojonan más que el grito de Cristiano Ronaldo ganando el Balón de Oro.
Buscando soluciones asequibles a mi presupuesto mensual para maquillaje (voy a necesitar algo así como un trillón de años para tener la mitad de cosas que tiene Rebeca y aprender a hacerme algo chulo como ella) encontré unos polvos que, la verdad, me han sorprendido bastante, en concreto los Invisible Powder de Kiko, unos polvos antibrillos que fijan el maquillaje muy bien y que además son traslúcidos, por lo que no nos añaden color a la cara y es algo que se agradece bastante.
Según nos cuenta la propia web, eliminan el efecto brillante y fijan el maquillaje sin resecar la piel. Su fórmula, altamente tecnológica, ha sido creada con imperceptibles esferas de polvos micronizados transparentes que eliminan instantáneamente el brillo de tu rostro, proporcionándole a tu cutis una textura perfecta y aterciopelada al tacto.
La transparencia de estos polvos también convierte a Invisible Powder de Kiko en la opción ideal para retoques a lo largo del día, y conseguirás un acabado mate, transparente e imperceptible que minimiza las imperfecciones sin cambiar el color de la base de maquillaje y sin marcar la piel; la textura de tu rostro se mostrará aterciopelada y perfectamente normal.
No os esforcéis en mirar los comentarios a no ser que sepáis idiomas porque sólo comentan italianas y francesas, así que mejor me leéis a mí, que seguro que soy más fiable.
Los probé en Nochevieja, ahí a lo loco y sin importarme si me provocaban alergia o si eran una birria. Por suerte, me fueron fenomenal. Al principio cogí demasiada cantidad de polvos y empezaron a volar por el baño, pero pude solucionarlo a tiempo. Necesitas una cantidad pequeñísima para cubrir todo el rostro, se aplican fácilmente y se funden muy bien con la piel sin hacerte parecer una muñeca o que te ha maquillado la pistola de Homer Simpson. A mí me aguantaron sin necesidad de darme ningún retoque unas siete horas, al llegar a casa e ir a desmaquillarme estaba como recién pintada, y todo por 11.90€, que os aseguro que los amortizaréis porque estas cosas prácticamente puedes darlas en herencia.
¿Has probado estos polvos fijadores? ¿Qué te han parecido?