“Mi vagina se rompió. Saliste con los ojos abiertos, los brazos levantados y gritando. Te pusieron encima de mí, cubierta de sangre y con tu cabeza deformada por el parto. Tú te agarraste a mi pecho inmediatamente. Hambrienta. Recuerdo el dolor. […] Recuerdo el vómito, la sangre, los puntos de sutura. Recuerdo mi batalla. Tu batalla y la vida abriéndose camino. Sobrevivimos. ¿Y yo soy el sexo débil? ¿y tú?”.

De esta manera tan intensa y real describe el parto Keira Knightley en su ensayo titulado “El sexo débil” (“The Weaker Sex”). El relato forma ya parte de la obra de la periodista Scarlett CurtisEl feminismo no viste de rosa y otras mentiras”.

Pero la actriz de Piratas del Caribe no ha querido frenar ahí su escrito y ha ido más allá para mostrar su crítica hacia aquellos que disfrazan la realidad del postparto (algo a lo que ya nos sumamos nosotras desde Weloversize). Así, la intérprete ha señalado directamente a Kate Middleton, que días antes presentaba en público a su recién nacida hija Charlotte.

 

Tan solo siete horas habían pasado desde el nacimiento de la pequeña y la Duquesa ya lucía resplandeciente ante los medios. Keira ha sido dura contra esa antinaturalidad mostrada y le ha dedicado unas rotundas palabras.

“Miramos la televisión. Ella (Kate Middleton) había salido del hospital siete horas después de dar a luz maquillada y con unos tacones. Esa era la cara que el mundo quería ver”.

“Esconder nuestro dolor, esconder nuestros cuerpos divididos, nuevos pechos doloridos y nuestras hormonas alteradas. Parecer guapa y elegante para no mostrar la batalla que habías vivido, Kate. Siete horas después de luchar contra la vida y la muerte, siete horas después de que tu cuerpo se abriese en dos y la sangre y los gritos saliesen de él. No mostrar. No hablar. Posar ahí con tu bebé mientras un grupo de hombres fotógrafos disparaban sus cámaras.”

No se puede más que dar la razón a Keira Knightley en cada una de sus palabras. Es una triste realidad que en los tiempos que corren todavía se intente vender a la sociedad algo tan ficticio.

El parto existe, es una experiencia única, aunque repleta de detalles todavía tabú. Hay sangre, hay dolor, hay quejidos… y como bien relata la actriz, termina con uno de los instantes más felices de la vida de una mujer aunque también uno de los más íntimos.

Seguimos tolerando que se quiera tachar el proceso de parto, vendiendo en los medios un embarazo de cuento y posteriormente una madre impoluta con un bebé también impecable. Una madre que parece no haber sufrido ni un solo dolor, y por la que parece no haber pasado ni una sola contracción.

Y es que ya lo dice Keira, sobrevivimos, asumámoslo ya y demostremos al mundo de una vez que no somos el sexo débil.