¿Quién no ha follado alguna vez en el coches? Cuando tienes cierta edad, aún vives con tus padres y no tienes dinero para estar todos los fines de semana en un hostal, es bastante socorrido tener un coche donde desatar vuestras pasiones. Aparcas en un descampado, preferiblemente a ciertas horas de la madrugada, y te pones con tu pareja a darle al tema. Parece divertidísimo, excitante que puedan pillarte, pero no es tan bonito como nos lo pintan. Hacerlo en un coches tiene sus pormenores. Aquí están algunos de ellos.

  • Es incomodísimo – El coche es el lugar menos cómodo donde podrías echar un polvo, me atrevo a decir que hasta un banco en el parque es más cómodo que los asientos de un coche.

Para empezar, la gran duda: ¿Asientos delanteros o traseros? En ambos casos, el habitáculo es mínimo y la estrechez es bastante engorrosa. Delante puedes echar el respaldo un poco hacia atrás para tener más espacio, pero te puedes clavar el volante o la palanca de cambios.

En los asientos traseros puede que tengas más espacio, puedes colocar ropa a modo de almohada y tumbarte como en una cama, pero tampoco es que sean súper confortables. Si sois personas altas, lo más seguro es que no estéis a gusto tumbados.

El tamaño del vehículo también influye. No es lo mismo un Ferrari que un Twingo, como bien dice Shakira. No es lo mismo un siete plazas, que si tumbas los asientos casi puedes construir una cama, que un utilitario tres puertas de tamaño pequeño, ideal para moverte por la ciudad, pero no para follar.

  • Parece romántico, pero no lo es – ¡Que bonito nos lo pintan todo en las películas! Te vas a las afueras de tu ciudad y desde allí, sales del coche para contemplar el cielo estrellado mientras empezáis a enrollaros sobre el capó del coche para, finalmente, acabar la faena dentro del vehículo. O todos nos acordamos de la escena de Titanic, de esa mano sobre la ventanilla arrastrando la condensación formada por el calor de sus cuerpos… Pues siento deciros que en la vida real no es así. Ni vas a ver el firmamento plagado de estrellas, ni te van a resultar super romántico los cristales del coche empañados. Probablemente si se empañan las ventanillas es porque dentro hace un calor del demonio.

  • Ojo con el freno de mano y las cuestas – Cuidado con dónde estacionamos el coche. Que tengo una amiga que acabó estampando el coche de culo contra una farola porque al freno no estaba bien puesto, y claro, ellos dándole al tema ni se dieron cuenta de que el coche estaba cayendo cuesta abajo hasta que notaron el golpe.

  • Cuidado con dejar encendido el coche mientras lo hacéis – Cuando lo haces en el coche en pleno invierno, hace tanto frío que es necesario poner la calefacción. En verano pasa lo mismo con el aire acondicionado. O puede que os apetezca tener la música puesta porque os inspira en un momento tan íntimo, o la luz del salpicadero para veros. Pues cuidado con dejar demasiado tiempo esas cosas encendidas porque la batería del coche se puede resentir y cuando hayáis acabado y queráis iros de allí, puede que el coche no arranque. No creo que sea agradable tener que llamar a la grúa para que os recoja de un picadero.

  • Puede ser excitante la idea de ser vistos, pero si te pillan de verdad no mola tanto – Lo dicho, ojo con dónde aparcas. Igual te vas a un descampado que creías desierto y al rato te aparca un coche casi al lado que viene a lo mismo. Y si ese coche es de un desconocido, pues no hay problema, pero cuando estás en un descampado de tu pueblo y el que estaciona a tu lado es algún conocido o familiar, como que se te corta un poco el rollo. También te puede pasar que aparques en el aparcamiento de algún sitio público, puede ser un centro comercial o una universidad, a las tantas de la madrugada, pensando que a esas horas imposible que venga nadie, os pillan los de seguridad en su ronda habitual y os echan de allí.

  • Hacer cosas indecentes en marcha – Un calentón tonto mientras tu pareja va condiciendo, te puede costar caro. Da mucho morbo hacerle una felación a tu chico mientras conduce, pero las consecuencias de dejarse llevar por el momento pueden acabar en una multa si te pilla la policía. Es más, si con vuestros actos habéis provocado alguna situación de peligro para vosotros u otros conductores, podríais enfrentaros a un delito de seguridad vial y terminar en la cárcel.

A pesar de todo esto, el coche sigue siendo una opción muy válida cuando no tienes otro sitio mejor para satisfacer tus deseos carnales.


Raquel Acosta