Si hay una practica sexual que siempre suscita mucha curiosidad y duda es sin duda nuestro querido sexo anal.

Una practica muy idealizada y realzada gracias a la industria del porno, que ha hecho que muchas personas se animen a practicarla sin conocer realmente los entresijos que puede esconder si no se hace bien.

Después de trabajar 5 años en un sex shop os puedo garantizar que he visto de todo respecto a meter cositas por la puerta de atrás y sin duda las que más me han llamado la atención y a su vez preocupación han sido estas:

  1. Hacerlo porque el otro quiere y tú no

No sé la de veces que me he encontrado el caso en el que una mujer viene desesperada preguntando por anestésicos fuertes para poder aguantar esta práctica, ya que cuando lo han hecho siempre les ha molestado.

Esto pasa porque por lo general el desconocimiento sobre cómo realizar bien esta práctica hace pensar a muchos y muchas que ese agujero no hay que prepararlo de ninguna manera y han intentado meter juguetes, dedos y penes sin ningún tipo de delicadeza ni preparación.

Pero lo que más me alarma es que la gente preste su cuerpo, me da igual que sea a su pareja que a un desconocido, cuando es algo con lo que no se sienten cómodas o no les apetece.

Y de ahí vienen los problemas de usar un anestésico, lo primero hará que no te enteres de esa práctica y por tanto no sentirás molestias pero tampoco placer, y segundo si algo va mal y te hacen daño no te darás cuenta y puedes provocarte un desgarro.

  1. No querer usar lubricante o dilatadores

De verdad os digo que esto es más frecuente de lo que pensáis, yo me he encontrado con mucha gente que me defendía que la saliva era el mejor lubricante (spoiler no, no lo es) y que eso de dilatar era una pérdida de tiempo.

Bien señores, el ano no lubrica por si mismo, básicamente porque si lo hiciera se nos caerían los mojones, por lo que necesita de una buena lubricación extra, y si puede ser de un buen lubricante de silicona o específico anal.

Por otro lado, el ano está preparado para retener las heces, porque nuevamente si no lo hiciera se nos caerían los mojones. Por lo que es importante dilatarlo bien y con calma, porque está preparado para aguantar y expulsar.

  1. Hacerlo sin preservativo

Por cuestiones de infecciones y enfermedades de transmisión sexual es de vital importancia que usemos preservativo, porque aunque el riesgo de embarazo no exista, puedes llevarte un regalito muy desagradable y peligroso.

  1. Que haya molestias y dolores y seguir

Yo siempre he dicho que el cuerpo es muy sabio y si tú no estás preparado o preparada para esa práctica de los puros nervios vas a apretar la zona sin darte cuenta, con el efecto de que sea muy difícil penetrar o seguir haciéndolo. Si te molesta probablemente tenga que ver con esto.

Y como segunda opción, si tienes hemorroides o alguna fisura, el hecho de estar hurgando en esa zona solo empeorará la cuestión. Si te duele, PARA.

  1. Usar cualquier objeto para dilatar el ano

Una dato curioso y bastante desconocido del ano es que a diferencia de la vagina este no tiene tope, por lo que si introduces algo sin tope lo más probable es que se te cuele hasta el infinito y más allá y termines en urgencias explicándole a los señores médicos de turno cómo ha terminado eso ahí metido. Si te quieres evitar el mal trago, usa solo juguetes específicos.

Cada práctica sexual es un mundo y todas tienen sus matices. Si quieres disfrutar de cualquiera de ellas es importante que te informes bien en sitios de calidad, que te sientas libre de elegir qué quieres o no hacer con tu cuerpo y por supuesto que esto sea respetado siempre.

Aida Vallés Psicóloga General Sanitaria especializada en Sexología y Terapia de pareja

correo: [email protected]     instagram: @aidavallesconsulta_