Que difícil es quedar con tus amigas a partir de los treinta.
Si amigas es una realidad, triste pero realidad.
Yo no sé si es que mis ganas de salir y estar en la calle van en aumento o es que las de mis amigas están bajo mínimos.
Ya antes de la dichosa pandemia quedar para salir a cenar y después a tomar algo iba costando un poquito, pero bueno, lo íbamos consiguiendo sin mucho esfuerzo, pero después de la pandemia… bendito sea dios, ¿qué les ha pasado?
No hay manera de hacerles salir. ¿Qué tienen esas casas que las han atrapado?
Menos mal que no les pasa a todas, pero hay una gran mayoría que parece que el sofá cuando entran por la puerta las engulle y no les deja moverse más de allí.
Cada vez que se acerca alguna fecha algo señalada yo me echo a temblar, si alguna propone un plan comienza la gincana.
Intentar cuadrar fechas se convierte en un rompecabezas de cinco mil piezas.
Empiezan los piques. Si una propone una fecha la otra dice que claro siempre tiene que ser lo que esa diga que ella ese día está liadísima (me perdonaréis, pero ese lío tan gordo el 90% de las veces es pintarse las uñas)
Elegir día nos viene costando una media de 2 o 3 días si no se da mal del todo y no hay muchas discusiones.
Cuando por fin lo conseguimos llega la terrible pregunta… ¿Y qué hacemos? ¿Cenita y copas? ¡Atención acaba de caer el misil tierra aire, todos a cubierto!
Qué pereza, no me apetece el día siguiente de resaca (fácil no te bebas el agua de los charcos, ya eres mayorcita, ponte límites), uff yo es que al día siguiente tengo comida (aaahh para eso no hay problema eh, y aquí estás desmontando los planes), pues yo paso de salir a comer, avisadme su hay cena (esa ya desaparece de la conversación)
Y como somos muy democráticas decidimos votar, eso sí, aclarando antes que lo que salga se hace, sea o no lo que cada una haya votado, que luego aparece siempre la de, yo ya dije lo que quería así que paso. Se cumple a raja tabla lo que salga.
Vale tenemos día y plan, que sumados a los 3 días que nos llevó elegir la fecha ya llevamos 5 días de horas de conversaciones de WhatsApp. Como pierdas hilo estás perdida en 5 minutos puedes tener la friolera de 200 mensajes sin leer y no precisamente divertidos, 200 mensajes discutiendo y cada una dando su opinión sin querer ceder un centímetro de terreno.
A estas alturas alguna ya nos hemos he aburrido de tanta conversación sin sentido y lanza un “Ese es el interés que tenéis en que nos veamos, parecemos niñas pequeñas, ahora la que no quiere saber nada, soy yo, sois unas pesadas con las que no se puede hacer ningún plan”
Y oye, da resultado, de repente empiezan a encajar las fichas y conseguimos quedar.
Lo veis, no era tan difícil, pero hasta que una no se cabrea no reaccionáis, no es necesario llegar a eso.
Donde estarán esos maravillosos años en los que nos veíamos a las cinco de la tarde y decíamos:
– ¿Salimos hoy?
– Vale a las diez en la esquina de tu casa.
– Yo aviso a fulanita y tú a menganita, ¿vale?
Y allí estábamos todas a la hora y en el sitio indicado, sin más explicaciones.
Miedo me da seguir cumpliendo años…
